
Entrevistas estelares
Ramón Esquinas, arte en movimiento.
Fotografías: R. G.
Con Ramón Esquinas en el Soho
Es un actor extremadamente elegante en todos sus movimientos, mira con delicadeza, habla con fuerza y dulzura. Más que caminar, parece que flote, que sus pies no tocasen nunca el suelo. Ramón Esquinas es un actor que me encanta ver trabajar. Su nombre es garantía de una interpretación de calidad, algo que los espectadores agradecemos enormemente. Nos encontramos con Ramón en el Cambridge Soho Club, un local muy elegante y tranquilo del centro de Madrid. Igual que nuestro invitado.
Ramón, cuando uno decide tomar la decisión de dedicarse a la interpretación ¿resulta complicado que tu entorno te tome en serio?
Sí, sobre todo cuando empiezas. Con el tiempo, cuando tienes más claro todo, te da igual lo que opine el resto. Sin embargo, cuando te estás formando, parece que la gente te mira un poco con sorna, como pensando “te creerás muy bueno”. En España se tiende más a bajar que a subir la autoestima. Yo, ahora, me siento mucho más seguro y fuerte.
¿Alguna vez has deseado tirar la toalla?
Pues mira, hace poco. En ocasiones he tenido la sensación, de que todo es más lento de lo que pensaba que iba a ser. Cuando te dan un protagonista, ya con el guion en casa, y de repente se lo dan a otro por nombre, no puedes evitar sufrir un bajón. Ahí si que estuve tentado de dejarlo, pero la tentación solo duró cinco minutos.
“Te puedes formar estupendamente en España”
Tú has estudiado en Londres y en Nueva York, ¿qué diferencias has encontrado, a la hora de formarte, entre estas ciudades y España?
Creo que en España hay grandes maestros, y cursos estupendos. Mira, yo estudié danza en Nueva York porque creo que es imprescindible pasar por allí. Pero si solo vas a hacer arte dramático, te puedes formar estupendamente en España.
Tenemos un buen nivel en España a la hora de formar actores…
Sí, pero es el doble de caro que en Londres o Nueva York. Las escuelas privadas son carísimas, en Nueva york puedes incluso tomar clases sueltas por 20 dólares, 10 si vas de oyente. Es algo que me da mucha envidia. Porque aquí no existe.
Ramón Esquinas, un físico poco español
¿Te planteaste quedarte en Los Estados Unidos y probar? Tienes un físico muy poco español, seguro que no te encasillarían en los típicos papeles para hispanos.
Pues me lo ofreció Susan Batson, me dijo que me esponsorizaba porque estaba segura de que podría trabajar sin parar. Finalmente no lo hice, cuando yo fui era más complicado sacarse la green card para trabajar, además nunca he sido muy partidario del american dream. Soy bastante realista.
Cuando entrevistamos a Miguel Rellán, nos comentó que el aceptaba todo lo que le ofrecían porque era un profesional ¿opinas como él?
Por supuesto, otro gran actor decía que un mal trabajo es aquel que no se hace. Intento aprender de la sabiduría de la experiencia. Dentro de mi pequeña parcela, hay cosas a las que he dicho que no, porque mi tema económico lo he solucionado por otra parte. Generalmente, en este país, eligen cuatro, y el resto vamos haciendo lo que nos van dando.
Una curiosidad ¿hacer danza te ha ayudado a tener más presencia, cuerpo y plasticidad a la hora de moverte en el escenario o ante una cámara?
Sin duda. Estoy convencido de que todo trabajo de cuerpo ayuda al actor. Era maestro en la escuela de Cristina Rota, daba teatro musical, y enseñaba mucho esto que comentamos. Mezclaba técnica con sensaciones. Un actor debe trabajar el cuerpo toda la vida.
La ayuda de coachs y psicólogos
Ramón, ¿los actores os planteáis visitar a coach y psicólogos, para ayudaros a potenciar vuestras aptitudes y cualidades positivas?
Yo creo que es importante, hace poco he estado haciendo una terapia llamada EMDR, va muy directa y funciona muy bien.
El EMRD se utiliza para tratar traumas u desensibilizar al paciente, utilizando la estimulación lateral. Se usan movimientos oculares, sonidos. Se empezó a usar esta técnica en 1987.
Cambiemos de tema, ¿crees que la calidad de la televisión ha mejorado?
Sin lugar a dudas, es cierto que en los 70-80 se hacían grandes producciones, no lo olvidemos. Ahora he estado trabajando en la serie “pulsaciones”, es absolutamente rompedora en cuanto a imágenes y guiones. El problema es, que cuando son cadenas generalistas, quieren satisfacer a todo tipo de público, porque lo importante son las audiencias. Eso, al final, queda como un híbrido. Ahora se están dando grandes pasos. Creo que con plataformas como Netflix y Movistar van a cambiar mucho las cosas para bien, en esta profesión es necesario hacer cosas para transcender, que te hagan pensar.
¿En qué medio te sientes más libre a la hora de interpretar?
Depende de quién te esté dirigiendo en cada caso, pero el teatro tiene algo mágico. El aquí y el ahora. La energía del público es diferente cada día, es un subidón de adrenalina tremendo. También me gusta mucho el cine, de hecho yo quise ser actor porque me fascinaba el séptimo arte. Es un mundo mágico, también muy artesanal.
“Para que yo acepte un trabajo, tiene que tener alguna de las tres “P”: placer, pasta o prestigio”
¿Alguna vez te arrepentiste de haber elegido un trabajo?
No. Para que yo acepte un trabajo, tiene que tener alguna de las tres “P”: placer, pasta o prestigio. Si no, no lo hago. Fíjate, con una me conformo. Una vez que digo que sí a algo, Voy como si fuera a una superproducción y lo defiendo a muerte. Además, pienso que uno es todo lo que ha hecho en el camino. Lo bueno y lo malo.
Cuéntanos ¿Qué proyectos tienes?
Mira, en breve se va a estrenar la serie de Globomedia “Pulsaciones”, dirigida por Emilio Aragón. Casi todo se ha rodado en exteriores, donde las series respiran mucho. El reparto es enorme con Ingrid Rubio, Leonor Watling, Juan Diego Botto…he hecho unas seis o siete secuencias con mucha chicha.
También hay un par de cosas revoloteando, de las que no te puedo contar nada hasta que sean totalmente seguras.
Ramón pasemos a la segunda parte de la entrevista ¿cuál es tu película y secuencia preferida de la historia del cine?
Haneke me emociona mucho últimamente. Tanto “La pianista” (2001) como “Amor” (2012), me han impactado mucho. Quizás en este momento me quede con “Amor”, la secuencia que me dejó sin aliento, es aquella en la que uno de los personajes mata a una persona que ama, para que no sufra los estragos de una enfermedad degenerativa. El tema de la eutanasia estaba servido. Cuando terminó la película, todos nos quedamos clavados en el cine. Estábamos conmovidos.
Ramón Esquinas, amante de la versión original
¿Eres de versión original o doblada?
De versión original en todo, también es verdad que depende del momento te pueda apetecer ver algo doblado. Pero por lo general soy partidario de verlo todo en original.
Confiesa… ¿te molesta que se coman palomitas en el cine?
Ir a ver una película muy intensa, y que de repente se oiga el ruido de una mano cogiendo palomitas, molesta mucho. El cine, para mí, es sagrado, y suelo ir a cines donde el público es muy cinéfilo y respetuoso.
¡Qué maravilla haber conocido un poco mejor a Ramón Esquinas! Espero que hayáis disfrutado tanto como nosotros.
Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.
3 Comments