
Buscando Shangri-La
Manuel Almendro: “La vida es la gran aventura de la consciencia”
Reportaje fotográfico: Chema Pombo
Primera parte
Manuel Almendro, prestigioso psicólogo transpersonal
Es curioso. Fueron las sincronicidades las que me llevaron hacia la figura del prestigioso psicólogo transpersonal Manuel Almendro. Buscando información sobre otros asuntos, me encontré con él. Inmediatamente comencé a informarme más a fondo sobre su labor, sus libros, conferencias e investigaciones. Es un hombre que no ha parado de divulgar un tipo de psicología y curación muy diferente a la convencional. Además, es creador del proceso “Oxígeme” (http://www.oxigeme.com).
El doctor Almendro tuvo la gentileza de atendernos en su consulta de “Oxígeme”, situada en la calle San Vicente Ferrer de Madrid. En cuanto entras en el lugar notas una atmósfera diferente. No sé como explicaros, pero sientes paz y también que te encuentras a salvo, aunque no entiendes muy bien de qué… tendré que meditar sobre ello.
Manuel, desde muy joven te empezó a interesar todo lo referente al mundo zen, el chamanismo…¿cómo nació en ti la inquietud por ese mundo?
Verás, en seguida noté que lo que me estaban explicando no me aportaba todas las respuestas que buscaba, y de repente un día a principios de los 70, me encontré con el zen. Sentí que podía encontrar muchas respuestas ahí, fue como una corazonada. A partir de entonces, me fui metiendo más en ello, e incluso ayudé a mantener un centro zen en Barcelona de línea Japonesa. Era un camino que me gustaba mucho, y fui profundizando en él a través de lecturas y meditación. Entonces me di cuenta de que en el zen proponían algo tan importante como el silencio mental.
En busca del silencio mental
El silencio mental es algo muy complicado de conseguir…
Cierto. Para alcanzar el silencio mental, lo primero que debemos hacer es preguntarnos a nosotros mismos cuál es nuestro sitio en el mundo, y hacia donde queremos ir. Pero es absurdo hacerlo una única vez, hay que mantener en el tiempo dicha pregunta, lo cual nos llevará a encontrar caminos. Es algo que los monjes zen conocen desde hace 2500 años…
Entonces, ¿para conseguir ese silencio hay que aislarse del mundo?
Vamos a ver, ¿aislarse del mundo para qué? Con lo aburrido que es estar por ahí solo. Si quieres hacerlo, adelante, estás en todo tu derecho. Sin duda, es mucho más difícil mantener el silencio en el ruido cotidiano que en un monasterio, donde solo te debes preocupar del ora et labora. Ayudar a los que están inmersos en el ruido cotidiano a entrar en el silencio mental, es mi trabajo dentro del mundo de la psicología. Mi psicología es la del silencio interior. Hay otras psicologías, las impartidas en las facultades, que son las de programar conductas. Evidentemente también tienen su publico.
Por cierto, tú has comentado alguna vez que la psicología conductista es un tanto soberbia…
Es un tanto soberbia porque Occidente es soberbio. Fíjate en cómo hemos tratado a las culturas orientales e indígenas a lo largo de la historia. Ahora también pecamos de soberbios, y las consecuencias las estamos sufriendo. Piensa en el cambio climático, el déficit ecológico en el que se encuentra la tierra…la depresión, según la OMS, es la primera causa de discapacidad en el mundo. Sin duda, se necesita un cambio de consciencia.
¿Y cómo conseguimos ese cambio?
Primero por uno mismo. La psicología es la ciencia de la experiencia intransferible, pero también, es la ciencia que puede ayudar a los demás a encontrar dicha experiencia de su propia consciencia.
¡Eso da mucho miedo! Nos asusta conocernos.
Eso da tanto miedo, que somos capaces de comprar media farmacia en pastillas antes que entrar ahí. Por eso tienen tanto éxito los fármacos.
«Esta civilización se acaba»
Preferimos adormecernos a conocer…
El miedo está en nuestra cultura, pero últimamente se ha disparado. Hay un miedo existencial, cuya causa se debe a que esta civilización se acaba igual que lo hizo el Imperio Romano. Ahora será el norteamericano el que se acabe. Los Estados Unidos ha llevado al máximo la cultura que se inició en Europa en el siglo XVIII. Mira, es importante saber cómo ha sido la historia del ser humano, y para ello no hace falta tener una carrera.
Según mi punto de vista, no ha habido una evolución de las razas sino de la consciencia. ¿Y qué es la consciencia? Aquella capacidad, que nos va a permitir poder saber un día porqué estamos en este mundo. Para mí la vida es la gran aventura de la consciencia.
Manuel, has comentado que te llegan muchos casos de crisis emergentes. Por los síntomas que describes, se puede confundir perfectamente con una depresión, ¿cómo diferencias una de otra?
Es una pregunta que me han hecho muchas veces, y es muy interesante. Mira, la depresión es el gran cajón de sastre. Después de 38 años de práctica clínica, a mí me han llegado de otros colegas pacientes con cuatro diagnósticos distintos en cuestión de un mes. ¿Esto quiere decir que son malos profesionales? No, al contrario. Lo que sucede es que la mente es tan plástica, tiene tantos síntomas, que es difícil atornillar todos los síntomas y decir: “esto es así”.
La diferencia entre “Oxígeme” y la psicología convencional, es que nosotros partimos de la positivación de lo patológico. El síntoma es un obstáculo que hay que saber convertir en palanca.
Las crisis emergentes
Luego, evidentemente, el síntoma es un aviso de que algo importante está sucediendo en nuestro interior ¿cierto?
Sí, es un aviso. Por eso no podemos matar al mensajero. Si lo matas y reprimes lo que está sucediendo, evitas la posibilidad de curación. Crisis emergente, es un término que acuñé hace años, el cual representa un cambio súbito en la vida de la persona. De repente, siente que su vida no le lleva a ninguna parte, y necesita un cambio radical. En ese momento, entra en un estado de sufrimiento. Si va a un psicólogo convencional, es probable que lo considere una patología. Si viene a nosotros, que utilizamos las teorías del caos, vamos a considerar esa demencia como un proceso de salvación, renovación y reorganización. Para ello hay que trabajar el cuerpo, la mente, las emociones, la consciencia.
Ahora en “Oxígeme” tenemos el objetivo de hacer un centro en plena naturaleza, donde una persona pueda venir una semana a ser tratada. Estamos tratando de conseguir ayudas para esto, lo cual sería magnífico, pues el lugar estaría preparado para tratar una crisis emergente en cualquier momento del día o de la noche.
¿En qué se diferencia el síntoma de una patología, del que es un signo de evolución de la persona?
Soy de los que piensa que todo, si está bien tratado, podría ser un elemento de evolución de la persona. Sí que es cierto, que las demencias paranoides violentas, son difíciles de tratar porque tiene que haber una colaboración del paciente. Esto es imprescindible.
«Es indeseable jugar con la salud de los demás»
Manuel, tú has definido la psicología transpersonal como la capacidad de transformar el sufrimiento en dicha ¿qué opinan los psicólogos convencionales cuando escuchan esto?
Sí, esto lo dije al principio. Con respecto a los otros psicólogos, en primer lugar no lo escuchan, y en segundo lugar tampoco lo comprenden. Fue en los 80, cuando introduje la psicología transpersonal en España y Europa, entonces poco conocida. En aquella época, era lo que tú has dicho en la pregunta, y se basaba en investigar la consciencia.
En el año 92 escribí el libro “Psicología y psicoterapia transpersonal” ( ed. Kairós), lleva siete ediciones, lo cual quiere decir que existe la necesidad de conocer el tema. Sin embargo, a medida que ha pasado el tiempo, el oportunismo y la manera infantil de tratar estos temas ha hecho que aparezca gente poco recomendable utilizando las palabras “psicología transpersonal”. Es indeseable jugar con la salud de los demás. No se puede ensuciar algo, que nació con un origen tan hermoso, como el de conjugar la sabiduría antigua y la ciencia moderna o los conocimientos orientales y occidentales.
También te he escuchado hablar sobre una farmacología interior, ¿ crees que nosotros mismos somos capaces tanto de enfermarnos como de curarnos?
Efectivamente, vivimos en un mundo con una agitación continua, y esa agitación la llevamos también dentro. Lo queremos todo rápido, y para llegar a esa farmacología interna se necesita un proceso. Es imprescindible hacernos preguntas, y llegar a ese silencio mental.
En “Oxígeme”, hemos llegado a la conclusión de que nacemos con un molde, algo que podemos explicar a traves de las teorías del caos. Es necesario descubrir ese molde heredado, el cual produce mucho sufrimiento a la persona. Dicho molde se compone de fractales, es decir, unidades o patrones de comportamiento somáticos, físicos, emocionales, mentales y energéticos.
Los traumas se heredan
¿Y en qué consiste vuestra terapia para tratar ese molde?
Pretendemos que el propio paciente sea capaz de conocer la sombra de su herencia. Los patrones que te he comentado antes, se organizan en rutas y corazas que van repitiéndose. A lo que se unen los traumas. Por cierto, nosotros hemos descubierto que también los traumas se heredan. Puedes tener el trauma de un bisabuelo que no esté resuelto.
Me dejas muy sorprendida, ¿Cómo habéis llegado a esa conclusión?
A través de todos los procesos terapeúticos. El trauma y sufrimiento que presentaban algunas personas, no era explicable a través de sus vidas. La energía no desaparece, tan solo se transforma, y la de un trauma de hace tres generaciones puede aparecer en una persona.
Nos ha contado tantas cosas Manuel Almendro, que nos parece un crimen descartarlas y negaros el placer de leerlas. En la segunda parte, hablaremos más extensamente de las terapias que imparte el doctor Almendro, de la interconexión que existe entre todos nosotros, las sincronicidades…Ahora entendéis porqué teníamos que escribir una segunda parte, ¿verdad? La semana que viene más en Shangri La.
Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.
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