
Buscando Shangri-La
“En la masonería es más difícil entrar que salir”
Fotografías: Chema Pombo
Primera parte
La masonería posee su propia leyenda negra. Franco no se cansaba de advertir de los peligros del contubernio judeo-masónico. De hecho, durante la guerra civil existió una sección antimasónica de la mano del sacerdote Juan Tusquets. Las listas que se hicieron con nombres de masones y judíos, fueron utilizadas sin piedad por la represión franquista al terminar el conflicto.
Por lo tanto, durante la dictadura la masonería únicamente existió en el exilio, y no fue legalizada hasta el año 1979. Su legalización no ayudó a evitar que se continuase teniendo una imagen negativa de las logias masónicas. Hoy en día sigue existiendo mucha desinformación, leyendas urbanas sobre sus rituales y rencores hacia la masoneria. Nosotros hemos decidido saber más sobre sus ritos y actividades de la mano de un masón. Nuestro entrevistado tiene el nombre masónico de Tusitala, prefiere mantener su identidad oculta. No es por temor, simplemente es una persona celosa de su intimidad, y prefiere conservar en el ámbito de lo privado esta valiosa parte de su vida.
La llamada al templo
Pregunta de rigor Tusitala ¿por qué decidiste convertirte en masón?
Cuando estuve viviendo en Taiwán, mi mejor amigo allí me dijo que quería ser masón. Yo me eché las manos a la cabeza, porque siempre había pensado que era una especie de secta. Entonces mi amigo me dejó una serie de libros. Descubrí, que la manera de ver la vida que tienen los masones me interesaba mucho. Me continúe informando, hasta que decidí pedir mi ingreso en La Gran Logia de China en Taiwán, ya que en China está prohibida la masonería. Allí me inicié, al volver a España visité otras logias hasta que encontré Hermón nº 157, logia donde me sentí muy a gusto y pertenezco desde hace seis años.
¿Es difícil ingresar en una logia?
Fíjate, la prueba clara de que la masonería no es una secta reside en el hecho de que es muchísimo más difícil entrar que salir. Existe un proceso de selección muy estricto, se dice que para ser masón hay que ser una persona libre y de buenas costumbres. No debe depender de nadie económicamente y es necesario que la persona no sea problemática, ni agresiva, ni con antecedentes penales graves.
Cuando pides ingresar en una logia, realizas un escrito exponiendo las razones por las que deseas ser masón. A esto lo denominamos “llamar al templo”, nosotros lo valoramos en una tenida (así llaman a sus reuniones mensuales) y votamos si nos parece razonable dicha llamada.
Si la votación es positiva, el venerable maestro de la logia asigna tres entrevistadores, a los que se les llama aplomadores. Entre ellos desconocen que van a entrevistar a la misma persona, de esta manera su opinión será más objetiva. Al terminar las entrevistas, se realiza otra tenida donde los entrevistadores leen sus aplomaciones. Es entonces cuando se realiza la votación definitiva para decidir si debe o no ingresar. Se le inicia, e incluso durante la iniciación, se hace una tercera votación para decidir si se continúa adelante.
La mujeres en la masonería
¿A los recién llegados se les hace pruebas para saber si son de fiar?
No, después de tres aplomaciones y entrevistas, sabemos si es la persona adecuada. Además, les dejamos claro que si es la ambición la que les ha empujado a llamar al templo están equivocados.
¿Se tiene en cuenta el estatus social, pensamiento político o tendencia sexual del candidato?
En absoluto. Hay determinados elementos que sí se tienen en cuenta, pero no son definitivos. Según la logia y la obediencia, se tiene en consideración unas cosas u otras, pero estas que tú me dices no.
Dentro de la masonería existen logias masculinas, femeninas y mixtas ¿por qué no ha estado permitida la entrada de las mujeres desde el principio?
En el siglo XVIII, con el inicio de la masonería moderna, solo podían entrar hombres porque la libertad de las mujeres estaba condicionada al padre o marido, y los miembros han de ser independientes. En un momento dado esto se discute, junto a la creencia de un ser supremo. Entonces se dan cuenta de que la sociedad ha evolucionado, y que era el momento de permitir la entrada de las mujeres.
Cada logia, cada obediencia, tomará una postura. La masonería se divide en dogmática y adogmática o regular e irregular, depende desde donde se mire. La masonería regular comenzó a llamar irregulares a aquellos que admitían mujeres y ateos. Mientras que los irregulares catalogan a los otros de dogmáticos, porque creen en un ser supremo y no desean trabajar en las logias con el género femenino.
¿Pero tanto las logias mixtas como las femeninas siguen siendo fieles a la masonería?
Sí, es solo una interpretación diferente de la misma. El hecho iniciático, que en mi opinión es el importante, sigue siendo el mismo. En La Gran Logia de España ya hay muy poquitos que piensan que la mujer no debe entrar. De todas formas, hay hombres que solo quieren estar en logias de hombres y mujeres en las de mujeres por mil motivos. Ninguno tiene por qué estar relacionado con el sexismo.
En la masonería no hay cargos sino oficios
¿Es cierto que dentro de la logia se desempeñan diferentes oficios?
Cierto, los oficios que desempeñamos son el de venerable maestro, secretario, tesorero, orador, hospitalario, primer y segundo vigilante… Luego, cada hermano debe sentarse donde corresponda según su rango. Los aprendices están en la columna del norte y los compañeros en la del sur. El venerable maestro, el orador y el secretario en el Oriente. En el Occidente está la puerta de la logia. Como puedes observar todo es muy simbólico, nada está colocado al azar.
¿Es muy complicado ir subiendo en la logia?
Es conveniente que primero te aclare que, en las logias de la masonería simbólica, existen tres grados elementales: aprendiz, compañero y maestro. Cuando los maestros o los segundos vigilantes se dan cuenta de que un aprendiz ya ha madurado, se le propone para que pase al grado de compañero. Lo mismo sucede cuando se pasa de compañero a maestro. Hasta aquí la parte simbólica en este aspecto, después están los oficios, que van rotando. Me gustaría dejar claro que no son cargos, es un ofrecimiento que tú haces a la logia de tu tiempo. Suelen ser de carácter temporal, y realizarlos no te convierte en nadie mejor o peor.
“Aquellos que no se lleven bien no pueden entrar al templo”
Tusitala ¿cómo debe comportarse un masón fuera de la logia?
Mira, la libertad, la igualdad y la fraternidad son tres elementos importantísimos de la masonería, de hecho es nuestro lema. Un masón en el exterior debe intentar tratar a los demás de esta manera. Incluso al final de cada tenida, siempre decimos lo siguiente: “Que todo lo que trabajamos aquí, lo apliquemos después en el mundo profano”.
¿Existen juicios dentros de las logias?
Sí, los hay cuando la logia considera que un hermano no se ha comportado según nuestros usos y costumbres. Se le puede llamar atención colocándole entre dos columnas delante de todos, y esto puede derivar en un proceso masónico. En cada logia existe un comité de justicia que solventa estos temas. También hay un comité de fraternidad para solucionar los problemas que puedan surgir entre los hermanos. Aquellos que no se lleven bien no pueden entrar en el templo.
Tengo que confesar que la masonería siempre me ha resultado atractiva. Su secretismo, y la cantidad de personajes históricos de gran valía que han pertenecido a ella, la convierte en un manjar irresistible ante mis ojos. Nunca he sentido miedo de ella, sino admiración y curiosidad. En la segunda parte de la entrevista, hablaremos de los contenidos de la tenidas, si la masonería es tan importante en círculos políticos como se piensa, los símbolos, el secreto masónico… Nos vemos próximamente en Shangri- La. ¡Os espero!
Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.
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