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Fran Contreras: «He sido siempre muy honesto en mis trabajos»

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Fotografías: Cortesía de Fran Contreras

La primera vez que vi a Fran Contreras, fue en un programa de televisión llamado “Mis enigmas favoritos” de Canal Sur. Me llamó mucho la atención su voz y su manera de responder a las preguntas del presentador. Transmitía ternura, honestidad y algo de tristeza. Reconozco que me conmovió, y desde ese momento comencé a empaparme de las cosas que había hecho. Fran, no es solo un investigador riguroso, sino también un narrador y escritor maravilloso. Ya te puede estar hablando de cómo cuece los espaguetis que te quedas clavada en el suelo escuchándole con la boca abierta. 

Hace unos meses le pedí una entrevista para este pequeño medio, él se encontraba realizando una vez más el Camino de Santiago. No dudó en decirme que sí. A pesar del cansancio y de tener que estar sujetando el móvil con la mano mientras reposaba en unos de los albergues del camino. Ahí es donde comienza la generosidad que Fran me demostró en una de las entrevistas más interesantes y sinceras que nunca me han concedido. Ahora lo vais a ver, o mejor dicho, a leer.

«Soy un privilegiado que vive enamorado de sus dos pasiones: el periodismo y el misterio»

Fran, en una época donde el misterio no era tomado demasiado en serio en España, ¿por qué decides dedicarte a este tipo de periodismo?

Bueno, el misterio en este país estaba viviendo sus momentos más espectaculares en los años 70 y 80. En los 70, Jiménez del Oso hacía la serie “Más allá”. Todo un estandarte. Y después teníamos en la radio a Antonio José Alés. Salíamos de una dictadura y la sociedad española era una esponja que absorbía todo tipo de temáticas. También fue el boom de las revistas comerciales del misterio. La revista “Más allá”, llegó a batir récords con el primer número. Situándose por encima de “Muy Interesante”, “Interviú” y “Tiempo”.

Pero después vino la decadencia…

La degeneración del mundo del misterio llega a mediados de los años 80. Deja de haber series y comienzan los programas de televisión, los cuales se convierten en un circo entre los que creen y no creen. Eran debates con gente muy extraña. En aquella época, que ya despuntaba, veía que eso no era lo que quería…

Soy un privilegiado que vive enamorado de sus dos pasiones: el periodismo y el misterio. El misterio como un campo muy amplio de aquello que estaba fuera de la realidad y no tenía explicación. Veía a Jiménez del Oso o a J.J. Benitez, y deseaba viajar donde ellos y ver las cosas in situ. Hoy puedo decir que cumplí esos deseos y que soy un periodista que puso este tipo de periodismo en su sitio a finales de los 90.

¿Recuerdas qué fue lo primero que hiciste?

Radio con 16 años. En Radio Hortaleza de Madrid, me reunía con los amigos de mi cole y simulábamos ser Jiménez del Oso y J.J. Benitez. El siguiente paso lo di cuando conocí a un tipo llamado Santiago Vázquez. Junto a él y su padre, hice varias varias colaboraciones en Radio Intercontinental durante un año. El salto cuantitativo fue con Enrique Muro. En ese momento es cuando comencé a hacer periodismo radiofónico de una manera medianamente seria. El gran salto profesional sucedió en el 94, cuando Iker Jiménez, Lorenzo Fernández, Enrique Muro y yo, hacíamos un boletín que grabábamos en Onda Madrid. Se lo enviábamos a más de 30 investigadores.

«Doy sentido común a mi trabajo, sin perder la capacidad de seguir mirando al mundo con los ojos de un niño que se pregunta por todo»

¿Tuvieron éxito los envíos?

Sí, Jiménez del Oso nos llamó porque quería tener en su revista a tres periodistas. Ahí empezó mi vida profesional, porque ejercía como periodista y cobraba por ello. Después, Iker y yo comenzamos a hacer “El otro lado de la realidad” en Antena 3.

¿Y cuándo comenzaste con Milenio 3?

En el 2002. Iba a ser un programa de verano en la Cadena Ser. Fue tal la avalancha de críticas y elogios, que nos pidieron quedarnos. Paso a paso se fue consolidando un tipo de periodismo que es como cualquier otro. Entre medias apareció Cuarto Milenio, otro muy diferente al que es ahora. Estuve técnicamente tres años, porque después de irme se siguió emitiendo todo lo que había grabado. Después he estado en otros programas como “Enigmas”, “Espacio en Blanco”…

Se puede decir que con vosotros llegó otra época dorada del periodismo del misterio…

Creo que sobre todo le dimos seriedad. Pusimos sentido común y le dimos responsabilidad. Teníamos muy claro que si había un fraude lo íbamos a contar. Recuerdo que cuando se estaba presentando el canal de Cuatro, yo estaba grabando en Ochate. Al operador de cámara le dio un ataque de pánico y se lo tuvo que llevar una ambulancia. Iker me llamó para decirme que acababa de presentar el programa a la cadena, le pregunté qué había dicho y me respondió: “ Que no sé lo que es, pero que al cámara le había dado un ataque de pánico”. 

A día de hoy, estoy contento porque sigo haciendo un periodismo independiente en el que nos hacemos preguntas sobre temas que no son nada convencionales. Nuestro trabajo no es opinar, sino que el público saque sus propias conclusiones o que los expertos intenten saber qué más hay. Doy sentido común a mi trabajo, sin perder la capacidad de seguir mirando al mundo con los ojos de un niño que se pregunta por todo.

«No me dedico a dar sustitos, sino a dar informaciones para que la gente piense y se haga preguntas»

¿Crees que las nuevas generaciones del misterio son muy diferentes?

Pienso que nuestra generación buscaba otras cosas. Las de ahora están más interesadas en salir un ratito en la tele o en la radio. En ser guay y tener su canal de Youtube…no lo sé.

¿Alguna vez te han pedido que exageraras una información para generar más audiencia?

No, yo no lo he hecho nunca. He sido siempre muy honesto en mis trabajos. Sí es cierto que he vivido presiones para que no contara lo que sabía sobre un caso muy famoso. Según me dijeron, si decía todo lo que había descubierto se acababa el negocio. Fíjate si soy honesto, que muchos de los problemas que he tenido con los que hoy se llaman mis compañeros ha sido justo por eso. 

Desde hace más de seis años desarrollo mi trabajo en Onda Cero, en “Más de uno” con Alsina, y también en DEX con Santiago Camacho. Con ellos tengo la libertad para decir toda la información y no tener que exagerar ni mentir. No me dedico a dar sustitos, sino a dar informaciones para que la gente piense y se haga preguntas.

¿Y has sufrido censura?

Sí. La he sufrido de ciertos compañeros, algunos son leyendas vivas. Cómo nunca he tragado, he durado con ellos dos días.

Ya sé qué es una pregunta típica y además difícil de responder pero necesito hacerla, ¿cuál es el caso que más te ha apasionado?

No te puedo decir uno. El mundo de las casas encantadas y fantasmas me parece apasionante porque te pone en la pista de lo trascendente y también de los misterios de la mente. Si me preguntas por un caso, te diría el Expediente Vallecas. Después de 25 años entrevistando testigos y haciendo noches de investigación, tengo las ideas muy claras digan lo que digan las nuevas generaciones. Muchas de ellas poco honestas y sinceras, porque buscan el titular amarillo de mala manera. 

Las caras de Bélmez, también me parece un caso apasionante que marcó un antes y un después en nuestro país. Fascinante desde la perspectiva social, periodística y trascendente…

¿Las caras de Bélmez son reales o falsas?

Son reales, muy reales. He ido más de 35 veces a Bélmez, he podido entrevistar a todos y aún no tengo las cosas claras. Que algunos digan ahora que fue un pintor… paso de perder energía con gente que va de investigadores, y en función de con quién hablen. o son muy creyentes o los más escépticos. La gente es inteligente y sabe diferenciar de qué palo va cada uno.

«Para ser feliz no necesitas tantas cosas materiales. Solo dar felicidad, ser honesto contigo mismo y tener la conciencia tranquila»

Hablemos del presente, desde hace cinco años estás muy volcado con la España mágica. De hecho, hace poco has publicado el libro “Guía mágica del Camino de Santiago”, ¿qué te impulsó a escribirlo?¿Cuántas veces has hecho el Camino?

He hecho el Camino doce veces. Empecé en el 2004. Ya no soy solo peregrino, sino también hospitalero. De hecho, cuando tengo unos días libres hago de hospitalero en los albergues de acogida tradicionales cuidando de los peregrinos.

La primera Guía Mágica que escribí, fue en el 2015 a petición de la editorial Planeta. Funcionó bastante bien, tuvo siete ediciones y una en Italia. Hace poco me llamaron mis compañeros de Luciérnaga para decirme que iban a renovar los derechos de autor, solo les puse una condición: rearmar el libro por completo. Ya había hecho diez viajes, y tenía que añadir muchas más cosas, de hecho 200 páginas más. Tras un mes, ya había una segunda edición. La Guía no deja de ser un cuaderno de campo. En la primera parte te explica qué es el Camino y en la segunda se centra más en lo que te puedes ir encontrando en cada etapa.


Por cierto, en breve vuelves a Egipto…

¡Sí! Egipto es un país donde el misterio me sigue apasionando. Ahora me voy el 22 de febrero y vuelvo el 2 de marzo con la Fundación Gomaespuma para hacer un viaje solidario. Queremos conseguir dinero para los orfanatos que tienen en La India, Sri Lanka, Senegal y Nicaragua. No ganamos ni un duro ninguno, vamos a disfrutar de un viaje y a obtener dinero para los que lo necesitan de verdad.

Y por último, Fran, ¿crees que la pandemia nos ha hecho mejores?

El ser humano es estupendo, lo que pasa es que se nos ha olvidado. En esta sociedad vivimos al límite, donde tanto tienes tanto vales. Vivimos muy deprisa siendo lo que no somos. Un día, de repente, algo te hace parar y descubres que quieres ser lo que realmente quieres ser. Descubres que lo importante no es tener sino ser. Para ser feliz no necesitas tantas cosas, solo dar felicidad, ser honesto contigo mismo y tener la conciencia tranquila.

El mundo no es tan malo. Otra cosa es en manos de quienes estamos, y no hablo de los políticos sino de los grandes poderes que manejan el planeta. Sinceramente, creo que el ser humano es maravilloso aunque nos vendan lo malo que somos. La pandemia ha puesto de manifiesto que somos cojonudos. Sacó lo mejor porque no somos malos. Hay mucha gente buena, pero no te lo cuentan.

Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.

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