
Soy leyenda...
Simone Signoret, combativa y frágil
Simone Signoret nació en 1921 en tierras Alemanas. Sus padres eran franceses, y pronto se trasladaron a París. Tuvo la mala fortuna de vivir los años de ocupación nazi. Su verdadero apellido era Kaminker, el cual cambió por el de su madre, Signoret, para esconder sus raíces judías. Durante la guerra trabajó como profesora de inglés y secretaria en un periódico. Pronto comenzó a moverse en los ambientes intelectuales de la ciudad, en concreto se reunía con escritores y artistas en el Café de Flore en Saint-Germain-des-Prés. En seguida se fue sintiendo atraída por el mundo del cine, y en cuanto pudo, empezó a participar en algunas películas como figurante o haciendo papeles minúsculos.
En 1946 realizaría su primera película, pero hasta 1950 no comenzó a triunfar. Tuvo un gran éxito con “La Ronda” (1950, Max Ophüls) y “París, bajos fondos” (1952, Jacques Becker). La década de los 50 fue la mejor época profesional para Simone. En 1955 interpretaría la conocida película de “Las diabólicas” dirigida por Clouzot, y en 1959 obtendría el Oscar a la mejor actriz por “Un lugar en la cumbre”. Película inglesa dirigida por Jack Clayton y que también se alzaría con la estatuilla al mejor guión adaptado.

En esta década también se volvió a casar. Tras un matrimonio fallido con Yves Allégret, el cual sólo duró cinco años, se enamoró locamente de Yves Montand. Su matrimonio duró 30 años, hasta que ella falleció. Simone e Yves, eran dos intelectuales de izquierdas que se movilizaban en pro de una causa cuando lo consideraban necesario. Protestaron contra Pinochet, Videla y escribieron cartas a Franco para evitar la condena a muerte del político comunista Julián Grimau. Tampoco se escondieron a la hora de manifestarse contra el ataque soviético a Checoslovaquia.
Ser tan activos políticamente, y además comunistas, hizo que una parte de la sociedad francesa inclinada a la derecha intentara desprestigiarlos. La peor parte se la llevó Simone, de la que se reían diciendo que llevaba monos de trabajo de Hermès. También la ridiculizaban porque en los años 60 comenzó a engordar y a tener un aspecto más descuidado. Ya sabemos que a las actrices eso de cumplir años nunca se les ha perdonado.

Con Montand tuvo una relación tormentosa pero también sumisa. Le perdonó todas sus infidelidades. Cuando descubrió su aventura con Marilyn Monroe, ella simplemente dijo: “¿Qué hombre podría resistirse a Marilyn?”. Por su parte, Yves no dejaba de decir que hiciera lo que hiciera siempre volvería a Simone porque era suyo.
Simone Signoret continuó en el cine hasta 1983. Hizo películas de relevancia como “Escándalo en las aulas” con Laurence Olivier o “¿Arde París?”, cuyo guión fue adaptado por Coppola y Gore Vidal. En 1966 volvió a ser nominada al Oscar por “El barco de los locos” de Stanley Kramer, pero se lo arrebató Julie Christie con “Darling”.
La actriz también fue reconocida como escritora al publicar sus memorias y dos novelas. Algún crítico literario llegó a decir, sottovoce, que escribía mejor que muchos novelistas consagrados. Simone, se hizo inmortal con 64 años. En sus últimos años la salud se le deterioró mucho a causa del tabaco y el alcohol. A los 6 años se fue con ella Yves. Siempre se pertenecieron.

Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.
0 comments