
Entrevistas estelares
Víctor Clavijo: “Nuestro oficio tiene un valor completamente social, y a veces nos olvidamos”
Fotografías: Eva Peñuela y Joan Crisol
No lo voy a ocultar ni a negar. Entrevistaría cada semana a Víctor Clavijo solo por el placer de escucharlo hablar. Su voz es una de las mejores de nuestros actores contemporáneos, además, nunca te cuenta fruslerías. Las palabras de Víctor siempre tienen un peso y un valor. Le acompaña la humildad de los grandes. No le gusta creerse todos los halagos que le decimos. Su lema es la profesionalidad y ofrecer al público trabajos excelentes. Le encantan los retos. De hecho, ahora está triunfando con “Lorca sonoro”, una maravilla que comparte junto a Pasión Vega. Imaginaos la magia que se puede llegar a producir sobre las tablas: Lorca, Pasión, Clavijo. ¿Quién da más, señores?
“Tenía la necesidad de aportar cosas positivas en aquellos días, y en ningún caso alentar el miedo o el odio que a veces se respiraba en redes”
Víctor, una vez concluida la pandemia ¿sientes que hoy en día eres muy diferente a la persona que en el 2020 le dijeron que debía confinarse en casa?
No, no lo creo. Sí es cierto que después del confinamiento estuve muy cuidadoso y temeroso de ir a espacios públicos. Se podría decir que mi vida social sí se vio muy alterada. Han sido dos años en los que he estado desaparecido de estrenos y de eventos. Ahora estoy recuperando esa parte social.
En aquellos días estábamos todos muy sensibles y con vocación de cambiar el mundo. Sin embargo, el ser humano tiene la memoria muy corta, y en cuanto aquello acabó cada uno volvió a su egoísmo particular, al estrés diario. Nada ha cambiado. Lo vemos con la Sanidad. Durante la pandemia la valoramos muchísimo y ahora nos tenemos que seguir peleando por ella a pesar de lo vivido.
¿Eres consciente de que gracias a tus intervenciones en Twitter te convertiste en el salvavidas de muchos de nosotros durante el confinamiento?
Me han llegando bastantes comentarios de ese estilo al cabo del tiempo. Personas que me dicen que les aliviaba el día porque les hacía emocionarse o respirar con algo cultural. Incluso divertirse con alguno de los vídeos tontos que colgaba. Tenía la necesidad de aportar cosas positivas en esos días, y en ningún caso alentar el miedo o el odio que a veces se respiraba en redes.
No paraba de pensar en las personas que salían día a día a jugársela y trabajaban para que la rueda de la sociedad no se parase. Sentía que eran unos héroes. A la gente de la cultura no nos quedaba otra que intentar aportar algo desde nuestras redes sociales. No te niego que en mi caso también lo hice desde un punto de vista egoísta, necesitaba seguir practicando mi oficio para evitar oxidarme. Creo que aporté algo de manera desinteresada, y el público lo recibió muy bien. Cuando alguien me dice que aquello le reconfortó me hace sentir muy orgulloso. Me di cuenta de que nuestro oficio tiene un valor completamente social y muchas veces nos olvidamos.
“Pasión Vega me parece una cantante extraordinaria y me seducía mucho trabajar con ella en ‘Lorca sonoro’ “
Fue emocionante ver al público volcarse en cuanto se abrieron los teatros…
Es cierto, fue una de las primeras actividades en las que la gente se volcó tras el confinamiento. Se notaba la necesidad de sentir ese calor de ver a otro ser humano hacer algo en vivo. Y también existía la necesidad de formar parte de un grupo de nuevo, y qué mejor manera como espectador que hacerlo en un teatro.

Víctor, ¿tras la pandemia ha cambiado mucho la manera de trabajar en tu oficio? ¿Aún se piden PCR?
No, ya no se piden PCR. Durante el primer año, tras el confinamiento, todo era muy estricto en nuestro trabajo. Sobre todo en los primeros meses. Te pedían una PCR semanal y otra dos días antes de rodar. No te voy a negar que trabajé con cierto temor, no solo por mí, también por mis padres que ya son muy mayores y temía contagiarlos.
En su día, rodando una película en Sevilla, finalmente me contagié de COVID. Afortunadamente, fue una variable muy débil y además ya tenía puestas dos dosis de la vacuna. Me contagié un par de semanas antes del rodaje, y para mí fue una liberación, porque al estar inmune durante tres meses pude trabajar sin mascarilla y sin miedo. Hoy en día, todo ha vuelto a la normalidad en mi oficio.
Cambiemos de tercio, ¿cómo llegó a ti el proyecto junto a Pasión Vega de “Lorca sonoro”?
Me llamó Pasión Vega hace más o menos un años para ofrecérmelo. Me encantó, y una vez que vi que tenía las fechas libres que se me requerían, me comprometí a hacerlo. Pasión Vega me parece una cantante extraordinaria y me seducía trabajar con ella. Pasión dio conmigo a través de Peris-Mencheta, quién le sugirió mi nombre. Me apetecía mucho hacerlo.
Mi trabajo consiste en aporta esa teatralidad o hilo conductor durante el concierto, porque se podría definir como un concierto teatralizado. Mi personaje habla de Federico, de su poesía, recita algunos poemas… También interpreto a Miguel de Molina en un momento dado. Es un privilegio para mí escuchar a Pasión tan de cerca, una artista de los pies a la cabeza.
“El espectáculo es muy elegante y se recrean ciertas atmósferas a base de luces. La única herramienta potente que tenemos es la palabra de Lorca”
Me han llegado comentarios de que el público a veces entra en una especie de ensoñación durante el espectáculo…
¡Qué bonito! Cuando fui a Córdoba , la gente estaba entusiasmada. Muchas veces uno no es consciente sobre cómo lo recibe el público cuando estás sobre el escenario. El espectáculo es muy elegante y se recrean ciertas atmósferas a base de luces. La única herramienta potente que tenemos es la palabra de Lorca. Estoy convencido de que una gran parte de los espectadores se siente transportado a ese mundo lorquiano lleno de simbología, metáforas…
Un mundo en el que la muerte, la vida, la pasión y la tierra están completamente presentes todo el tiempo. Federico fue luz hasta el final. Era un tipo vitalista y luminoso con una sensibilidad fuera de lo común.Todos estos elemento se encuentran en la función. No acercamos a Lorca desde el drama sino desde una visión más positiva, y el público así nos lo hace notar. Ahora estamos de gira, y esperamos que dure durante todo el 2023.
Imagino que tu manera de enfrentarte a este personaje será muy diferente a cómo lo haces normalmente…
Sin duda. Mi comunicación como actor no es con otro personaje, salvando momentos puntuales con pasión. Mi comunicación directa es con el público. Interpreto a un musicólogo y folclorista que en su día intentó grabar la voz de Federico y no lo consiguió. Esto es un hecho real. El espectáculo parte de la idea de que no existe ninguna grabación sonora sobre la voz de Lorca, y se trata de buscar tanto la voz como el universo sonoro de Federico.
Mi personaje está obsesionado con contarle al público cómo era esa voz, y también con relatar cómo sentía y pensaba Federico. Lo único que tengo para agarrarme son las imágenes y la palabra del poeta. Hay algún momento complicado actoral como es el que compartimos Pasión y yo. Mezclamos el recitado del “Romance Sonámbulo” con la copla “Ojos verdes”. Se intercalan ambas cosas, con lo cual, para no perder el hilo me ayudan las imágenes del propio poema.
” ‘La espera’ es un descenso a los infiernos de un tipo que está pagando por sus pecados. Un viaje a la culpa”
En breve te veremos en la película de terror “La espera”, dirigida por Javier Gutiérrez. Compartes cartel con Ruth Díaz y Manuel Morón entre otros…
No es una película de terror al uso, es mucho más intimista. No se juega con el terror visual o visible. El director comentaba que tiene más que ver con el terror popular. Con lo oscuro de la tierra, con lo más ancestral y precatólico.
Interpreto a un guardés de finca, Eladio, quién después de haber tomado una decisión aparentemente trivial se enfrenta a una desgracia que lo golpea profundamente. Entonces, empiezan a sucederle una serie de cosas que no tienen nada que ver con el terror al uso. Es un descenso a los infiernos de un tipo que está pagando por sus pecados. Un viaje a la culpa.
¿Estaríamos hablando de un duelo entre la cámara y tú?
Sí, estoy en el noventa por ciento del metraje. Hay partes en las que únicamente soy yo en silencio…pero no quiero dar más pistas sobre la trama. Podríamos decir que es una mezcla entre “El resplandor” y “Los Santos Inocentes”.
Cambiemos de tema, un amigo me confesó que supo de ti gracias a tu interpretación de Lope de Vega ¿es un personaje que quizás te está comenzando a pesar demasiado?
En absoluto. El personaje que sí me llegó a pesar fue “Raúl” de “Al salir de clase”. Si lo piensas a toro pasado, que le suceda esto a un actor es un orgullo. Cambiar a “Raúl” por Lope de Vega me parece un buen cambio. Es una satisfacción que la gente te diga que a Lope no le ponen otra voz o cara que no sea la tuya. Además, me lo pasé muy bien interpretándolo en “El ministerio del tiempo”. Fue un disfrute. También es cierto que el público televisivo no suele seguir tus trabajos en cine o teatro y tiende a quedarse con lo que haces en ese medio.
Ya conocemos al Víctor pianista y fotógrafo, ¿veremos pronto al Víctor guionista y director?
A mí me gusta mucho escribir, y es algo que ha estado en mi vida de manera intermitente pero no constante. Me falta mucha formación, y el único proyecto que tengo al respecto es uno de serie junto a mi hermano Carlos. En cuanto a la dirección, es cierto que tengo una visión muy global de las películas cuando estoy en un rodaje, pero creo que eso tiene más que ver con mi forma de ser. Intento controlar muchos aspectos del proyecto. Compañeros míos a veces me preguntan cuándo voy a dirigir, y siempre les respondo que que hoy por hoy no tengo ni la necesidad ni la ambición de hacerlo. Soy consciente de mis limitaciones y no sé si sería capaz de meterme en ese embolao.

Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.
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