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“Carne de fieras”: ¿es realmente una película maldita?
La primera vez que escuché hablar de la película “Carne de fieras” fue en un programa de Iker Jiménez, y ya sabemos lo profesional que es para envolverlo todo de la atmósfera adecuada para que te interese. Personalmente, con la información que he ido obteniendo de aquí y de allá, a mí no me parece que exista nada maldito en ella. Simplemente, tuvieron la mala fortuna de empezar el rodaje dos días antes de que se produjese el golpe de Estado que desencadenó la cruenta Guerra Civil. Imaginaos el pesado ambiente que se debía vivir en aquellos años en Madrid. La República haciendo aguas y con rumores de alzamientos militares en cada punto de España.
Armand Guerra, cuyo verdadero nombre era José Estivalis Calvo, era un conocido cineasta de la época que se había declarado públicamente anarquista. El productor de cine Arturo Carvallo, se enteró de que la artista francesa Marlene Grey iba a venir a Madrid para estrenar un espectáculo en el que se introducía en una jaula, semidesnuda, rodeada de leones. Carvallo pensó que podían rodar una película con ella y utilizarla como reclamo para que el público acudiese verla bailar entre felinos salvajes. Armand quedó encantado con la idea y rápidamente comenzó a escribir el guion. Él también la dirigiría e interpretaría uno de los papeles.

La trama de “Carne de fieras”
Otra de las protagonistas sería la vedete española Tina de Jarque, la cual interpreta a una esposa adúltera que su marido, un boxeador, pilla con otro en pleno éxtasis. Como durante la República se podía romper el matrimonio si te la jugaba de mala manera tu pareja, el boxeador decide divorciarse y a otra cosa mariposa. Entonces, deprimido de la vida, el boxeador acude a ver el espectáculo leonino de Marlene (usa su verdadero nombre en el film) y se queda loco con ella. Parece ser que Marlene también le corresponde, pero el domador de los leones, pareja en ese momento de la francesa, es más bruto que un arado y no está dispuesto a que la muchacha lo abandone. Y poco más que eso es la trama.
La película la podéis ver en Youtube. Personalmente me parece muy aburrida y mala. El único valor que le veo es el marco histórico en el que sucedió todo. De hecho, en algunos momentos del film se puede ver a soldados con sus armas paseando por la calle, alguno incluso mira a cámara. En otras secuencias se observan los sacos con los que parapetaban los edificios para mitigar el horror de las bombas. Para mí, es algo triste, desgarrador, siniestro. Imaginad en qué estado de amargura y terror debieron rodar aquellas personas. Y sin embargo, terminaron la película.

Como imaginaréis, el film no llegó nunca a estrenarse. Los rollos de la película quedaron abandonados en un cajón hasta que los descendientes del productor decidieron venderlos en el rastro, y quién a su vez los compró, decidió venderlos a la Filmoteca de Zaragoza. En la filmoteca decidieron restaurarla y por fin se estrenó en el verano de 1991.
La supuesta maldición
Sin duda, estaremos todos de acuerdo en que la mayor maldición fue que dos días después de empezar a rodar estallara la Guerra Civil en España. El propio Armand dejó unos escritos en los que comentaba que durante semanas se venía rumoreando en Madrid la posibilidad de un alzamiento militar. La ciudadanía nunca queremos creer que tal aberración puede suceder, y relata que nadie llegó a creer del todo que tal cosa fuese posible. Armand relata que el mismo 18 de julio por la noche, tras cenar, la noticia de que el golpe de Estado se había producido se conoció en todo el vecindario gracias a la radio de uno de los vecinos. La pesadilla ya era una realidad.
Una de las cosas más tremendas del rodaje fue intentar alimentar a cuatro leones feroces. Marlene sufría al entrar en la jaula y sentir que la miraban con deseo porque estaban hambrientos. Entonces, un sindicato gastronómico se ofreció a alimentar a los animales para evitar una tragedia. Si os fijáis, todo es un sinsentido. Animales obligados a estar enjaulados sin casi alimentos en plena guerra. Y cuando la propia población iba a sufrir una hambruna tremenda, un sindicato decide darle kilos de carne a los leones…
También se saca a pasear la palabra maldición cuando se habla del destino de algunos de los protagonistas. Sobre Marlene, algunos dicen que acabó devorada por los leones y otros que terminó actuando en el norte de África. Armand, se pasó la guerra apoyando al bando republicano, huyendo y siendo recluido en varios campos de concentración del bando nacional. Cuando terminó el conflicto bélico consiguió llegar a París y allí murió poco después. No le veo la maldición a esto. Creo que, lamentablemente, el suyo fue el destino de muchos españoles. Quizás el destino de Marlene parezca un poco más “exótico”, pero si te metes en una jaula a jugar con la muerte es fácil que acabes perdiendo.
El destino de Tina de Jarque está más envuelto de misterio. Hay quienes dicen que la mataron cuando huía con una maleta llena de joyas junto a su pareja, y otros aseguran que consiguió escapar del país tras echar mano de muchos de los contactos que manejaba al ser agente doble durante la guerra. Nuestra Mata Hari particular. Del resto del equipo, prácticamente no se sabe nada.

Bajo mi punto de vista, no existe maldición alguna. En plena Guerra Civil, con el conflicto bélico mundial a la vuelta de la esquina, y todas las atrocidades que suelen suceden en años tan oscuros, lo normal es que la mayoría de los destinos sean trágicos o rocen la tragedia. Podríamos investigar, por ejemplo, quienes eran los empleados de cualquier oficina de Madrid en 1936 y rastrear en qué estado se encontraban en 1939. Posiblemente, también hablaríamos de la oficina maldita. En fin, amigos lectores, ved la película si así lo deseáis y contadme después. Y si queréis rebatirme la inexistencia de la maldición, soy toda oídos…en este caso, ojos.

Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.
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