
Entrevistas estelares
Alicia Borrachero: “Este documental ha supuesto poner luz, aunque no sea desde un personaje… Es algo que hace bien”
Tiene la dulzura y la serenidad en el rostro, además de una gran humildad y cercanía, y sin embargo estamos ante una grande, una de las actrices más veteranas y consolidadas de nuestro país. A lo largo de su extensa carrera, hemos podido ver a Alicia Borrachero interpretando multitud de personajes en cine, teatro y televisión. Precisamente anoche comenzaba a ver una serie “La comunión” y ¿cuál era mi sorpresa? Ella era una de las protagonistas. Lo dicho, no obstante, se muestra con una sencillez que abruma.
Una actriz con mayúsculas, de los pies a la cabeza, que nos ha regalado un ratito para contarnos su participación junto a otros diez actores y actrices, sobradamente reconocidos, su experiencia en este documental testimonial: “19, Solos frente a la verdad”, un documento audiovisual íntimo donde protagonista y espectador establecen un nexo de unión especial, único, verdadero…
Un rodaje que sobrecoge a quien lo ve. Un reportaje hecho desde la más absoluta sinceridad y con un único propósito: que los protagonistas se desnuden, hablen a corazón abierto y cuenten su valoración personal tras el encierro que todos sufrimos durante la pandemia a una cámara que rueda en blanco y negro. Únicamente con la premisa de hacerlo en positivo, sin guiones ni atrezzo… tan solo una silla en medio de un cuarto neutro que invita a la reflexión y que envuelve todo en una atmósfera muy íntima. En el documental, la actriz aparece en sexto lugar bajo el epígrafe “El Arte”, título que resume el tema principal sobre el que centra su relato. Charlamos con Alicia Borrachero para que nos transmita su impresión.

Lo que acabamos de vivir en la sala ha sido una experiencia brutal, pero cuando te lo propusieron, ¿tuviste que meditar mucho la decisión de aceptar la propuesta en el documental testimonial junto a otros compañeros o lo tuviste claro desde el principio?
Yo lo tuve clarísimo desde el principio cuando vi lo que era la propuesta. Me pareció algo que merecía la pena y quería formar parte de eso… Y es tan bonito cuando te llega algo así, ¡que te sorprende!
Además yo conozco a Javier Kuhn, y aunque personalmente no había trabajado con él mi marido sí lo ha hecho. Por otro lado, él me interesa mucho como director y creador.
Luego ya, cuando me enteré también de que participaban estos compañeros tan inmensos… fue un súper aliciente. Pero, en realidad, la propuesta en sí fue la que me pareció que era algo con lo que merecía la pena colaborar. Definitivamente sí.
Cuando te propusieron contar tu experiencia en aquellos momentos tan complicados pero desde un punto de vista positivo, ¿qué pensaste? ¿Lo creías “misión imposible” o te gustó esa idea de “desnudarte” ante el espectador y contar tu propia evolución?
En realidad pienso que de todo lo negativo siempre salen cosas positivas. Sabía que la idea no era que fuese todo “happy” sino identificar qué se puede extraer que tenga valor, qué ha sido lo valioso de esta experiencia tan dura y tan terrible. Entonces lo enfoqué todo por ahí. De hecho, lo que me costó realmente fue elegir qué iba a decir. Porque me podía haber tirado, una vez que empecé, tres horas hablando sola a la cámara.
La realidad es que me planteé hablar sobre algunas cosas pero luego, a la hora de la verdad, empiezas y te vienen otras relacionadas con las que pensaste. Quizá lo difícil para mí fue intentar no olvidar los mensajes más importantes que quería transmitir, porque luego fue todo absolutamente improvisado. De hecho, la grabación se hizo en una sola toma y yo creía que era un ensayo.

Hasta donde puedas contar, ¿qué es lo que destacarías de tu propio testimonio? ¿Cuál era el mensaje que Alicia quería que, desde su experiencia, le llegase al espectador?
Yo quería compartir cómo y hasta qué punto a mí me conmovió la necesidad que tenemos las personas del arte. No solo por el arte en sí sino por lo que nos trae de experiencia en común, en comunidad, en grupo.
Es que en aquellos momentos de encierro era una vomitona de gente haciendo cosas gratis, de bibliotecas del mundo maravillosas abiertas, de gente pintando, cantando los que sabían y los que no también lo hacían… y todo eso llevado a la música, al teatro…. Por eso, después, cuando yo volví a actuar frente a un público, entendí que lo que necesitamos es la comunidad. Estamos acostumbrados a tener unas televisiones estupendas en casa y es que casi ni vamos al cine. Reconozco que es muy cómodo, pero realmente no debemos perder esa esencia porque necesitamos estar con otros, rodeados, viendo algo… lo que sea.
Has comentado que tu encierro lo pasaste con tu marido y tu hijo. ¿Con qué te quedarías de esos momentos en familia? Porque obviamente vuestro trabajo no permite muchos momentos tan íntimos.
Me quedo con muchos momentos de aquella época. Por ejemplo, yo senté a mi hijo y logré que descubriera el cine en mayúsculas y lo estrené con la película “El Padrino”. También tuvimos muchas discusiones, cuando por ejemplo le ponía alguna película y me decía que era un rollo y me replicaba cuando intentaba enseñarle… Pero todo eso es tan bonito… También me quedo con haber comido juntos todos los días mientras veíamos un programa, un concurso o jugábamos a las cartas… Sobre todo, yo rescato el poder hacer las cosas cotidianas juntos sin un horario. La “no agenda”, pero compartida con mi familia.

El documental muestra unos primeros planos que traspasan la pantalla, muestran mucho sentimiento, mucha piel… sobrecogen al espectador que se ve envuelto en una gran intimidad con el personaje. ¿Lo sentiste así durante el rodaje?
Lo sentí totalmente, tanto yo como todos mis compañeros. Llegué al rodaje y no sabía con qué me iba a encontrar. Solo me maquillaron y me peinaron para estar delante de un objetivo. Cuando entré, me dijeron que había únicamente una silla y varias cámaras y ya está, pero en verdad el ambiente era muy acogedor. Estaba todo en absoluto silencio e invitaba a la intimidad. Realmente era muy cómodo, muy íntimo. Había una atmósfera que se creó, y eso ayudó mucho.
Todos te conocemos como actriz de numerosas series televisivas de gran éxito como “Periodistas”, “Farmacia de Guardia”, ”Hospital Central” o Médico de Familia” y de películas de éxito como “La Fabulosa Historia”, “Muerte en Granada” o “Shooting” además de varias obras de teatro… Pero el documental es el testimonio de Alicia Borrachero, la persona, la real, la que sentada en una silla desnuda su alma para contar en soledad frente a una cámara parte de su propia vida, sin guion, sin atrezzo… ¿Qué ha supuesto para ti esa experiencia? ¿Ha sido la primera vez que te has enfrentado a una cámara como “Alicia”?
Sí, había estado en otras ocasiones siendo yo, en entrevistas o cosas así pero nunca de esta manera. Sin embargo, no me supuso un esfuerzo, al revés, yo lo disfruté muchísimo. Yo necesitaba compartir un poco de lo que me había pasado. Yo creo que a todos en el fondo nos vendría muy bien poder hacerlo.
Tengo claro que lo volvería a repetir sin ninguna duda, y no me dio nada de vergüenza. Al contrario, también porque con el equipo, el director… se creó una atmósfera en la que todos estábamos en lo mismo. La gente estaba escuchando desde algún lugar que yo no veía. Era otra experiencia completamente nueva. Incluso, al final, hubo algunos que estaban emocionados mientras lo grababan. Y eso es tan raro de encontrar.
Poder hablar desde el corazón. Yo intento hacerlo con mis personajes, ese es mi trabajo. Por eso estoy enamorada de lo que hago, porque no deja de ser una manera de expresarme… pero hacerlo de esta forma me ha gustado, porque siento que es necesario, tanto para mí como para el que lo vea. Creo que le hará bien.

En el documental cada vez que uno de los protagonistas acaba su reflexión, hace una fotografía instantánea al siguiente personaje con una cámara Polaroid y eso sirve como transición. Creo que en tu caso se la hiciste a Jorge Sanz, que fue el siguiente tras tu testimonio. ¿Cómo se realizó?
Realmente no estaba. Este documental se rodó cuando la gente podía y tenía un hueco. Cuando acabábamos nuestra intervención simplemente hacíamos esa foto a la nada… en la dirección que ellos nos decían, luego se encargaron de montarlo.
Por último, me gustaría que me dijeras ¿qué ha supuesto para ti esta experiencia a nivel personal y con qué te quedas?
Yo creo que nuestro trabajo de actores tiene que ver con iluminar, con poner luz sobre asuntos humanos para entretener en ocasiones, pero en realidad creo que tiene que ver con aprender a conocernos, conocer nuestra humanidad y a través de eso ser mejores personas y hacer un mundo mejor. Yo creo que nuestro trabajo es ese. Es lo que a mí me guía e intento recordarlo siempre.
Este documental ha supuesto poner luz, aunque no sea desde un personaje. Es algo que hace bien a la cabeza de la gente y al corazón en un mundo en el que estamos tan vahídos de información, de contenidos… nos tienen un poco atontados y tenemos todo el tiempo la atención puesta en algo… En definitiva, es un granito de arena para poner luz en otro lugar y desde ese ángulo a mí me parece que tiene muchísimo sentido.

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