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La historia de los tacones: ¿una forma de tortura humana?

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Aquí, en día festivo. En otras palabras Maruji-Day. Para la ocasión, como latina que soy, me pongo música a tono. Aunque no te lo creas existen playlist llamadas “música para trapear” o “música para hacer el quehacer” TikTok está lleno de ejemplos.  Mi hijo no me graba porque científicamente sabe que alguien, potencialmente, me puede ver. Pero si se burla de su madre cuando lava los platos y oye música. Y así estaba yo concentrada en la labor cuando en la playlist 1098 de “música para trapear”, sale Gloria Trevi con: “Y me solté el cabello. Me vestí de reina. Me puse tacones”… etc, etc… Y mi cuerpo, mi mente y mi flow marujil se detuvo. ¿Tacones? Y algo se me revolvió en el interior.

 La canción habla de autodeterminación, empoderamiento, libertad, rebelión. ¿Qué diantres tienen que ver aquí los tacones?

¿Quién inventó los zapatos de tacón?

Y no soy “Chismeando con la Historia por nada”, y me di a la tarea de investigar de donde demonios viene la historia de ese instrumento de tortura, que debía ser prohibido por los tratados de Maastricht: Los tacones altos.

¿Quién fue el bajito (chaparrito) de la Historia que impuso los tacones altos como forma de Glamour? Este es un trabajo para “Chismeando con la Historia”.

Googleas “Historia de los zapatos de tacón” y sale: “Fue un pueblo de Anatolia, los hititas, el que inventó el zapato de tacón. Todos los historiadores reconocen que los grandes expertos zapateros de la Antigüedad fueron los hititas, que por primera vez clavaron la suela de cuero de la bota con gruesas tachuelas de hierro para facilitar el agarre”.

Hijos de su hitita madre

Yo pensé: ” Claro como eran bajitos querían ser más altos”. Nadie se pone tacones sin haberse comparado con alguien. Siempre la quieren más grande. La estatura me refiero. 

Para cuando averigüé que ya los hititas se hacían zapatos de tacón, y volcaba el producto de mi aparato digestivo sobre la progenitora que los dió a luz, llego yo a otras civilizaciones con el mismo complejo.

Es probable que una de las razones por las que los Hititas hayan inventado el zapato de tacón, tuviera que ver con el hecho de montar a caballo. Los tacones contribuían a fijar el pie en el estribo, por eso la bota fue la primera pieza del calzado en llevar tacón. 

Bueno eso, medio puede estar bien. ¿Y después? Debe ser que de ahí viene lo de sentirse empoderado cuando se usan zapatos de tacón. Seguro soy un ser de otro mundo, pues no hay nada que me haga sentir más insegura que el arriesgar mis ya, de por sí, castigados tobillos. Pero en fin sigamos chismeando con la historia de los poderosos taconazos.  

El tamaño si importa

A lo largo del tiempo, por ejemplo, en la Edad Media, el pavimento (de aquella manera), en los días de lluvia embarraba las vías urbanas convirtiéndolas en un barrizal. Sin contar las “cacúrrias” de los animales y personas… que en eso de liberar el intestino les daba lo mismo ocho que ochenta.. Llevar tacones altos ayudaba a no pisar las mierdecillas a cada paso. O sea como en Berlín, pero con tacones. Y con ese fin aparecieron también los zuecos. Tuvieron asimismo la utilidad adicional de dar seguridad a las personas bajitas, reforzaba su autoestima.

Esos zapatos llamados chapines que, especialmente las mujeres comenzaron a usar para no manchar sus caras vestiduras, mostraban el estatus de la portadora. Había chapines que llegaban a levantar 50 cm de plataforma. Como veréis, esas damas no se impresionarían con ninguna Drag Queen del Carnaval de Canarias. Claro para tales menesteres, se necesitaba también de un séquito de criados, que ayudaran a su señora a caminar. 

Pelucas, capas y tacones: La moda del Sol

De pronto, el sentido común comenzaba a asentarse (con zapatos que cubrieran el pie, y ayudaran a caminar no a torturarlo). Pero una vez, en tiempos de Luis XIV, se presentó la Embajada Persa ante el rey, con la intención de pedir ayuda militar para el Sha, que tenía sus asuntos belicosos con el Imperio Otomano. Y esos embajadores persas se vestían suntuosamente con trajes de túnica y unos zapatos de tacón. Y como Luis, que nunca entendió la frase de “Menos es más”, decidió adoptar esa moda, e imponerla en su corte. Ahí, por lo menos Le Roi Soleil escucharía a su ministro de igualdad y hombres y mujeres se volvieron a calzar zapatos de tacón contaminando a toda Europa de esa abominable costumbre. 

Cuando llegó la ilustración, la sensatez parece hacerse presente nuevamente. Las pelucas monumentales, los maquillajes extravagantes, y los tacones estaban desapareciendo, ya que se consideraban de personas irracionales. En la Revolución Francesa por culpa de esas esas prácticas muchas personas perdieron sus cabezas, literalmente, por no abstenerse de ostentar.

Cherchez la femme

Pero no tardaron mucho las mujeres en regresar a la moda de los tacones y el maquillaje. Aunque los hombres no volvieron y prefirieron mantener un aspecto menos suntuoso y recargado. De verdad os lo digo. Me dan ganas de estrangular a la testaruda que no se resignó a la idea de tener unos pies y una columna sana. 

Así pues, son las francesas las que regresan a esa moda a mediados del siglo XIX. Y en EEUU comienza a ver que París es el Vaticano de la moda. 

Los tacones como símbolo de sensualidad y feminidad

A finales del siglo XIX, en Francia, tras el avance de las técnicas fotográficas, comienzan a aparecer unos fotógrafos dedicados al erotismo (o directamente pornografía). Les da por fotografiar a las damiselas en zapatos de tacón como símbolo de sensualidad y feminidad. Como si no tenerlos puestos fuera una a carecer de ello. 

Y así llegamos hasta nuestros días, sufriendo de juanetes, callos y otras deformidades, porque algunos, como Bronco, dicen “con zapatos de tacón, las chicas se ven mejor, que con zapatos de piso”. Bueno pues que los usen ellos.  La verdad es que lo que les gusta ver es el contoneo que necesitamos hacer para mantenernos en equilibrio cuando se usan los tacones. Ahora tenemos la libertad de elegir si los usamos o no. Pero por supuesto, cuando no los uses, en una fiesta de gala por ejemplo, escucharás, que la salud de tus pies, la salud de tu espina dorsal, amén de tu comodidad, no tienen importancia, porque alguien que ni hemos visto ni conocimos, lo dijo así. Y yo he decidido usar sneakers con brilli-brilli para mostrar que voy de gala. Si ellos no se ponen tacones, yo tampoco.  

Por eso, cuando un galán me pedía usar tacones, yo le pedía usar corbata. Otra prenda inútil de tortura masculina. Pero eso lo veremos en otra ocasión. 

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