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Reportajes y artículos

“La Mano Negra” de Alfonso XII

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En los últimos años del siglo XIX, cuando Alfonso XII “triste de ti” reinaba en España, la situación de los jornaleros del campo en Andalucía era desesperada. Habían subido los precios de los productos de primera necesidad, y el trabajo escaseaba por culpa de las malas cosechas. La lluvia no llegaba. El pueblo pasaba hambre, pero ni al gobierno central ni a los gerifaltes andaluces parecía importarles demasiado. Los propios trabajadores se unieron e iniciaron una serie de revueltas para protestar por su situación.

Ya en 1881, en un congreso obrero de Barcelona se fundó La Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE). Era una fundación de ideología anarquista que buscaba mejorar las condiciones tan precarias en las que vivían por aquel entonces los obreros y sus familias. Nadie se preocupaba por ellos ni los amparaban. Trabajaban de sol a sol por un mísero sueldo y si enfermaban se les desechaba sin más. Bueno…creo que esto último me suena bastante, por cierto…

En 1882, La angustia se apoderó aún más de ellos cuando su petición de que los ayuntamientos los emplearan en obras públicas cayó en saco roto. Al verse sin medios para poder alimentar a sus familias, algunos trabajadores del campo desesperados por el hambre comenzaron a saquear cortijos, panaderías y carnicerías. Nunca empleaban la violencia, en ningún caso se enfrentaban a los guardeses de las fincas ni a la guardia civil. Solo querían comer. Los continuos saqueos y amenazas de huelgas comenzaron a asustar a los terratenientes andaluces que no tardaron en quejarse al gobierno central.

El reglamento de “La Mano Negra”

Curiosamente, en noviembre de 1882 la guardia civil dijo haber encontrado bajo una piedra el reglamento de una organización anarquista llamada “La Mano Negra”. Dichas hojas fueron enviadas al gobierno central. Sagasta respondió reforzando la presencia de la guardia civil en la zona y así evitar más altercados. El hambre de los jornaleros no le importaba tanto. Algunos historiadores aseguran que aquel reglamento, que no constaba de más de dos hojas, lo habían encontrado años atrás las autoridades andaluzas. No se consideró un hallazgo importante en su momento, pero en cuanto los trabajadores comenzaron a alzar la voz y se sucedieron los saqueos en los cortijos decidieron sacar a la luz dichos panfletos.

Se necesitaba crear un culpable que la sociedad española odiase. Desde ese momento, todo crimen que se producía en Andalucia se relacionaba directamente con “La Mano Negra” y por ende con los jornaleros que provocaban revueltas para ser escuchados. Los detenidos acusados de pertenecer a dicha organización sin prueba alguna, fueron cientos.

Juicio de La Mano Negra
Juan Comba – La Ilustración española y americana 30.3.1884 Año XXVIII. Núm. 12

En Diciembre, se cometió el asesinato de un matrimonio de venteros, en diciembre se encontró el cadáver de un joven campesino, y de pronto, las autoridades recordaron el crimen de un guardés que había sucedido en el verano. Todos en la provincia de Cádiz, en las cercanías de Jerez de la Frontera. Lo estaban hilando muy bien para acusar a “La Mano Negra” de tan terribles asesinatos. Además, algunos diarios de la época se inventaban cualquier historia que tuviese que ver con los hechos para enganchar a los lectores y vender más ejemplares.

El caldo de cultivo era perfecto para acusar directamente a miembros de la FTRE de pertenecer a “La Mano Negra” y ser procesados por todos los crímenes. El gobierno central, junto con los terratenientes andaluces, presionaron con todas sus fuerzas para que la justicia relacionase a la FTRE con “La Mano Negra”, y la justicia que por aquel entonces era de todo menos justa, se puso del lado de los más fuertes.

Condenados a garrote vil…

En 1883, se juzgaron a unas veinte personas por los cuatro asesinatos. Las pruebas se recogieron de aquella manera. Principalmente se agarraron a las confesiones de algunos detenidos, las cuales, habían obtenido mediante la tortura. Afortunadamente, nuestra querida y actual guardia civil nada tiene que ver con aquella panda de bestias que manchaban continuamente el uniforme. El caso es que siete hombres, probablemente inocentes, fueron condenados a ser ajusticiados mediante garrote vil en la plaza del Mercado de Jerez de la Frontera. El resto tuvo que sufrir largas penas de prisión. Todo indica que aquella barbarie no fue más que un acto brutalmente ejemplarizante para evitar que el movimiento de protesta obrero fuera a más. Y lo consiguieron.

Los presos acusados de pertenecer a La Mano Negra.
Los presos acusados de pertenecer a La Mano Negra y cometer los crímenes en su nombre. Foto de un periódico de la época.

Conmutación de penas

Tuvieron que pasar más de veinte años para que un periódico madrileño anarquista organizase una campaña con el fin de obtener el indulto para los condenados que continuaban en prisión. Otros diarios españoles y europeos se unieron a la campaña. Además, los presos comenzaron a escribir cartas, las cuales se publicaron, en las que aseguraban que todas sus confesiones habían sido obtenidas bajo terribles torturas dignas de la Inquisición. En 1903, el gobierno no quiso que el tema le enfangase más de lo necesario y conmutó la pena de cárcel por destierro.

Muchos historiadores tienden a creer que “La Mano Negra” en realidad nunca existió, o si lo hizo, fue una organización con tendencias violentas que no llegó a nada. Es más que probable que fuese una invención de las autoridades de la época para controlar una situación que se les iba de las manos. Su inutilidad para gestionar las necesidades de un país que se estaba quedando atrás con respecto al resto de Europa, hizo que los gobernantes y autoridades se decantasen por el camino fácil y cruel de matar para acallar.

La mano Negra
Diarios de la época hablando sobre el juicio 8imagen encontrada en la página Machorka).

Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.

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