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Luis Roso: “El sistema no podía reconocer que los cinco de Malladas eran inocentes. Sobre todo, no podía reconocer la implicación de otros”

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Además de un gran escritor, Luis Roso es un estupendo narrador. No hace muchos meses le escuché en un podcast hablando sobre el libro que acababa de publicar. Contaba la historia de un terrible crimen que había sucedido, a principios del siglo XX, en el pueblo donde él nació: Moraleja, municipio de Cáceres. Todo sucedió en la finca de Malladas. Tres adultos y dos niñas fueron masacrados a hachazos. También resulto herido un niño de cuatro años, el único superviviente.

Roso lo relataba todo con calma, rigurosidad y cierta emoción. Me enganchó su tono de voz pausado. Lo contaba con suma delicadeza a pesar de la barbarie cometida. No tuve otra opción que comprarme su libro. Necesitaba saber más sobre le tema y con urgencia. Lo devoré en días y quedé conmocionada por la historia. Un terrible asunto que había quedado en el olvido. Gracias a Luis Roso ya no será así. Tras escribir “El crimen de Malladas. Por vuestra boca muerta”, se ha convertido en la voz de los cinco asesinados y de los cinco hombres que fueron injustamente condenados por un crimen que no cometieron.

El terrible crimen de Malladas

Luis, ¿por qué un caso tan tremendo como el de Malladas quedó sepultado en el olvido?

El caso fue muy mediático en la época. Salió en los periódicos nacionales y llegó a todos los estamentos políticos, pero no olvidemos que a los condenados los sacaron por la puerta de atrás porque se les conmutó la pena, nunca los indultaron. Salen de la cárcel siendo asesinos. Jamás se limpiaron sus nombres, por lo que a los ojos de la sociedad siguieron siendo culpables de aquella atrocidad.

Este caso lo comparo con el crimen de Cuenca, donde se descubrió el pastel porque la víctima estaba viva. Al salir a la luz que se había creado un montaje para culpar a dos, el caso quedó grabado en la memoria histórica y podríamos decir que se viralizó. Con Malladas, nunca se han reconocido errores ni montajes para culpar a los cinco acusados.

Además, recordemos que todo sucedió en 1915 y aquellos fueron años convulsos desde el punto de vista histórico. Era difícil que nadie se pusiera a investigar el caso y reivindicara el nombre de los condenados. Ha salido ahora a la luz porque he escrito este libro. Si yo hubiera nacido a treinta kilómetros de Moraleja, nunca me hubiera enterado del crimen.

¿Te han recriminado haber escrito sobre el crimen de Malladas?

Literalmente, han sido tres personas que comparten apellidos con los acusadores del caso. El pueblo de Moraleja, al contrario que otros, nunca se ha vaciado. Se llenó porque hicieron un pantano al lado y por lo tanto la población se multiplicó. Los descendientes de muchos de los que vivían en Moraleja en los años diez y veinte del siglo pasado, continúan en el pueblo. A algunos no les ha gustado que escribiese sobre el caso.

Lo bueno es que hoy en día sus campañas no son más que comentarios en Facebook y cosas así. Como al fin y al cabo allí todos nos conocemos, no pasa del ámbito local. Intento ignorar a todo estos. En mi pueblo se han vendido mil trescientos libros, y somos seis mil habitantes, echa cuentas del apoyo que tiene. Esta gente se aprovecha de que hay personas que no van a leer un libro en su vida.

En general, estoy muy contento porque el libro ha recibido mucho respaldo tanto del público como de los críticos. Se le ha prestado bastante atención, y a partir de ahora, cuando alguien busque información sobre Malladas sabrá qué sucedió realmente.

El único superviviente del crimen fue un niño de cuatro años, el cual, al ser interrogado pronuncia el nombre de Lucio. A partir de esa enclenque declaración, la guardia civil comienza a fijar su punto de mira en cinco jornaleros que ni siquiera estaban en el pueblo el día que sucedió la matanza. ¿Es en ese momento cuando empiezan a idear el montaje para incriminar a inocentes o fue mucho antes ?

Justamente, la parte en la que hay menos material para documentarse es en la del comienzo. Las diligencias policiales tenían que estar en la instrucción del caso, pero ha desaparecido. Debería estar archivado en el Archivo Provincial, pero no se encuentra allí. No sabemos si alguien lo hizo desaparecer o simplemente se ha perdido. Por lo tanto, las diligencias de los primeros días o semanas es muy difícil reconstruirlas.

Probablemente, en el primer momento fue todo un caos. Uno de lo abogados defensores, Manuel Telo cuenta en el famoso informe sobre el caso que envió a Unamuno que, entre las veinticuatro y cuarenta y ocho horas después de descubrirse el crimen, ya se estaba buscando a los cinco jornaleros que querían incriminar. Entre los cuales, había uno con muy mala fama.

En esas primeras semanas, la guardia civil interrogó a decenas de personas por lo tanto no las tenían todas consigo. Sabían que los cinco jornaleros no eran culpables, además, al poco de enterarse de que los estaban buscando se entregaron a las autoridades con un documento expedido por un juez de paz, en el cual, se dice que son inocentes. Gente importante de la provincia de Salamanca, atestigua que los cinco eran inocentes porque se encontraban allí trabajando cuando se produjeron los hechos. La guardia civil de Salamanca también declararía a favor de ellos.

De todas formas, a pesar de estar estos cinco en el punto de mira, se siguieron varias líneas de investigación. No sé si porque la guardia civil no lo tenía tan claro como hacían ver o porque el juez de instrucción estaba buscando la verdad. Como mínimo, hubo un sexto sospechoso que llegó a estar encarcelado un tiempo y después fue liberado a petición de la acusación particular.

Luis Roso
Luis Roso, autor de “El crimen de Malladas”.

“La fiscalía no acusó a los cinco jornaleros, y sin embargo, fueron enjuiciados y condenados”

Curiosa la manera de actuar de la acusación particular…

Aquí la cuestión no es a quien quería culpar la guardia civil, sino a quien quería culpar la acusación particular. La fiscalía no acusó a los cinco jornaleros, y sin embargo, fueron enjuiciados y condenados. Recordemos que el conde de Malladas financió a la acusación particular.

Luis, para mí, Manuel Telo es uno de los héroes de esta historia al luchar durante años para que los cinco jornaleros fuesen liberados, ¿te llegaste a enamorar del personaje?

Manuel Telo es el motor de esta historia. Es el que consigue que el caso no caiga en el olvido y que los cinco sean liberados. Le envió el famoso informe explicándole todo el caso a Unamuno buscando su ayuda. Dicho informe es el que más me ha servido en mi investigación sobre el caso. Son sus documentos los que se encuentran en el Archivo de la Guerra Civil de Salamanca. Ahí es donde está casi toda la documentación de Telo en relación con Malladas, por eso digo que es el motor de la historia.

En cuanto a si me llegué a enamorar… yo diría que no, porque es un personaje con muchos claros y oscuros. Es cierto que empeñó su vida y carrera por la liberación de los condenados de Malladas, pero después, en los años treinta, se destaca como falangista y antidemocrático. Sin embargo, el poso de justicia se lo relega a su hija, María Telo, una de las grandes juristas y feministas españolas. Realmente, es un personaje que va teniendo una evolución psicológica muy compleja.

Otra figura importantísima de la historia es la de Unamuno. ¿Entiendes los pasos que dio una vez que el abogado Telo recurre a él?

Me costó entenderla. Unamuno tardó un tiempo en hablar de Malladas. Recordemos que era un personaje muy importante de la época, no solo porque fuese rector de la universidad de Salamanca, sino porque se codeaba con los políticos y los poderosos. Era un intelectual y filósofo muy respetado en toda Europa.

Los abogados defensores, intentaron que interviniera en el asunto de Malladas y publicara en algún sitio que los cinco jornaleros eran inocentes. Hasta 1922, Unamuno no interviene a su favor. Sin duda, su intervención no es la que propició la liberación de los presos, incluso es posible que fuera negativa para los cinco de Malladas. Lo que está claro es que si se atrevió a decir que eran inocentes es porque estaba seguro de ello. De hecho, nadie se querelló contra él. El escritor hizo lo que pudo.

“A las niñas se las llevaron a otro lugar de la finca”

Tengo la sensación de que según avanza el libro te vas reconciliando con Unamuno…

Cierto, y también se reconcilian muchos de los descendientes de los protagonistas de esta historia con los que he hablado. Antes de leer el libro, pensaban que Unamuno nunca había intervenido a favor de los cinco condenados de Malladas. Ahora saben la verdad.

Cambiemos de tercio, ¿se podría decir que la clave de Malladas se encuentra en la calle Hilarión Eslava de Madrid?

Probablemente. Los lectores deben saber que en Hilarión Eslava sucedió un terrible caso en el año 1925. Desaparecieron tres niñas pequeñas, a las cuales se buscó durante meses. Años después, sus cuerpos aparecieron en una especie de gruta que había en un solar. La versión oficial es que las niñas se cayeron ahí tras un corrimiento de tierras debido a unas obras que se estaban realizando cerca de Hilarión Eslava. El solar estaba a trescientos metros de esta calle, es muy difícil que nadie percibiese ni oyese nada.

El caso se cerró así, pero existen multitud de hipótesis sobre lo que pudo ocurrir. En el libro cuento por qué existe una relación , a mi entender, entre este suceso y el crimen de Malladas. Existe una prueba clarísima e irrefutable que desvelo. A partir de ahí, planteo mi hipótesis, apuntando a una dirección y a personas concretas, sobre lo que pudo suceder en ambos casos.

Luis, ¿podríamos decir que la motivación de los crímenes de Malladas e Hilarión Eslava es oscura y sórdida? Recordemos que en Malladas las dos niñas fueron separadas de los adultos antes de matarlas…

Sí, ese es un punto clave. A las niñas se las llevaron a otro lugar de la finca, si sumamos dos más dos nos lleva a que el móvil del crimen no fue el robo. Va por otro lado más siniestro y asquerosos. Sin duda, es la parte del libro que te queda más marcada.

Después de leer este caso , y recordando otros casos parecidos que han pasado a lo largo de la historia, da la sensación de que el sistema nunca pide perdón por los desmanes cometidos, ¿crees que han cambiado mucho las cosas?

Quiero creer que sí. El poder y el sistema existen, aunque no haya nadie que nos dirija en la sombra. El sistema se defiende. Por más que todo el mundo supiera que los cinco de Malladas eran inocentes, y que detrás del crimen había personas poderosas, el sistema no podía reconocer un error. Sobre todo, no podía reconocer la implicación de otros.

Luis Roso

Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.

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