
Reportajes y artículos
50 sombras de Grey ¿Lo recuerdan?
Llegó a España hace once años, en junio del 2012. Fue un boom literario y sexual en muchas alcobas; dicen que había esposadas que se abalanzaban sobre sus esposos despertándolos en el primer sueño. Las librerías se quedaban sin ejemplares el mismo día que recibían una partida de volúmenes. 15,2 millones de libros se vendieron en 18 países en dos años. No les digo más.
Yo no lo leí. ¿Ustedes lo leyeron? “50 sombras de Grey”. Este fue el primer libro escrito por Erika Leonard Michell, al que siguieron “Cincuenta sombras más oscuras” (2012), “Cincuenta sombras liberadas” (2012), “Grey” (2015), “Más oscuro” (2017) y “Liberado” (2021). De género erótico, aunque mis amigas que lo leyeron dijeron que era… ¡Ejem! Yo no lo leí y hablo de oídas, sería muy osado por mi parte hablar sobre lo que ignoro. Mejor nos quedamos con el género literario en el que se clasificó según el tema y el propósito del autor: erótico. ¿Quiénes son mis amigas para decir que es más que erótico? ¿Y yo? Yo menos aún, porque como ya les vengo diciendo no lo leí.
Hasta hoy pensaba que el título se refería a la edad del señor Grey. Para nada. Se debe a que Grey tiene 50 preferencias sexuales y el mismo número de perfiles psicológicos de personalidad, predominando el de controlador. Su predilección a la hora de practicar sexo, es el BDSM. Tuve que bichear para saber qué es. Las iniciales se refieren a Bondage, Disciplina, Sumisión, —en ocasiones también sadismo— y Masoquismo.
Media España y un cuarto de la otra mitad, estaba revolucionada con la obra de E. L. James, seudónimo de Erika, pero no era un libro que se mostrase en público, se leía a escondidas de amigos, de familiares; en un rincón del sofá bajo la mantita de la siesta, entre las cobijas de la cama, tapando la cubierta con una hoja del calendario del “Todo a 1€”, … porque se decía que es un libro obsceno y que ofendía a la moral de las gentes pudorosas, —qué también lo leían a escondidas—.
Siendo cómo fue un éxito de ventas, muchos, casi todos sus lectores, negaron haberlo leído. Yo les aseguro que no lo leí. Como les decía, prácticamente se leía a escondidas, como los libros prohibidos por la inquisición o por las censuras sociales de tiempos pasados.
Había quienes hoy rondan los 50 años, que decían haber descubierto su sexualidad. Otras personas querían un Grey en su vida. También están los que se aficionaron al BDSM.
Poco servicio social hizo “Hablemos de sexo”(1990) de Chicho Ibáñez Serrador en TVE1, presentado por Elena Ochoa, también es verdad que solo duró una temporada. Aparentemente, tampoco sirvió de mucho el programa “Dos rombos” presentado por la sexóloga Lorena Berdún, también en TVE1; programa este que también duró una temporada (2004-2005). Visto lo visto, ambos programas dedicados a la divulgación y educación sexual, educaron poco o nada a los futuros lectores de “50 sombras de Grey”. Un libro muy criticado por cómo trata el señor Grey a Anastasia; como un mero objeto solo para el placer del señor Grey.
Estos dos programas de TVE tampoco los veía nadie, pero se comentaban en corrillos al día siguiente de su emisión. Casualidades de la vida, (¿casualidad o causalidad?), al mismo tiempo surgieron los Tupersex, que fueron un éxito absoluto. En uno de estos sí que estuve.
Volviendo con Grey… Después llegaron las películas. Dakota Johnson interpretó el papel protagonista principal. Sus padres montaron en cólera al saber que iba a interpretar a Anastasia. Don y Melanie se opusieron a ello, pero la niña ya era mayor de edad, no podían castigarla sin internet, sin salir de casa en un mes y sin la Play. No pudieron impedirlo.
Las pelis tampoco las vi. ¿Las vieron ustedes? ¿En la fila de los mancos? La película fue un exitazo, pero no conozco a nadie que fuera a verla. Yo tampoco la vi.
Tengo plancha que hacer y les voy a ir dejando, con una recomendación de la autora Irene Cao, arqueóloga, entre otras cosas. ¡Bichear, bichear! Ya me contarán. A Irene sí que la leí. Sus tres libros de la trilogía de los sentidos: “Yo te miro” (2013), “Yo te siento” (2013) y “Yo te quiero” (2013). Ya me contarán. A Irene sí que la leí.
5 Comments