
Cuéntame un cuento
El desconcierto de Samantha Steven
Acabo de escuchar unos gritos desgarradores, no sé dónde estoy, mi cerebro es incapaz de recordar aquello que ha pasado previamente. Siento en mí una profunda decepción, apenas puedo mover los brazos, mis piernas están agarrotadas. Podría continuar varias horas expresando mi malestar general, pero he decidido que no quiero seguir. En este mismo instante, acabo de escuchar a unas personas con bata blanca, pronunciar:
– “¡Paciente con COVID-19!”
– “¿Eso qué es?”
– ¿Por qué estoy aquí?
Ah, espera, ya consigo recordar algunas cosas. Mi nombre es Samantha y no consigo acordarme de mi apellido, bueno, da igual. Ayer por la tarde estaba en casa estudiando y me di un golpe tremendo contra la puerta de mi habitación, eso quiero pensar. Últimamente, parece ser que todas las desgracias se están apoderando de mí, por fin consigo ver que estoy en la sala de un hospital.
Al final del pasillo, como la puerta se mantiene entreabierta, consigo ver unas caras conocidas, ¡qué sorpresa, son mis padres!
(A partir de aquí, se inicia la conversación)
Samantha: – “¡Hola, mamá!”
Ana: – “¡Hola! ¿Qué tal hija, cómo estás?
Ana: – “Ya me avisaron tus vecinos de lo que ocurrió anoche, acabamos de dar la información a la policía”.
Samantha: – “¿Qué ocurre? Nada más dime que no le ha pasado nada a ninguno de mis hermanos”.
Ana: – “No hija, no. Estamos muy preocupados por ti y vas a venirte a vivir con nosotros una temporada, en salir del centro hospitalario”.
Samantha: – “¿Dónde está Mario?”
Ana: – “Es increíble. ¿Todavía eres capaz de acordarte de él?”
Ana: – “Voy a ser muy directa, te voy a contar lo que pasó. Según las primeras hipótesis de la investigación, él te cogió a la fuerza y te golpeó contra el suelo en repetidas ocasiones”.
(Samantha empieza a llorar desconsoladamente)
Samantha: – “No puede ser mamá, él siempre me decía que me amaba con todas sus fuerzas”.
Ana: – “Lo puedo imaginar, hija. Por el momento, tu novio está en búsqueda y captura. La policía presupone que salió corriendo cuando caíste al suelo y quedaste inconsciente”.
Samantha: – “¿En serio? No, eso no puede ser verdad”.
Ana: – “Así ha sido. Ya nos han comentado que varias cámaras han conseguido grabar imágenes de su coche cerca de la gasolinera 24 TM, en dirección al aeropuerto.”
Samantha: – “Me cuesta mucho de creer, sigo enormemente impactada con la noticia.”
(Mientras Samantha y Ana, su madre, dialogan durante varios minutos, entra en la sala el médico que ha atendido a la joven).
Doctor Arnold: – “¡Hola, Samantha! No te preocupes, pronto te vas a recuperar y tu vida va a seguir con total normalidad. Sin embargo, te voy a dar algunos consejos.”
Samantha: – “¡Hola! Muchas gracias, tus palabras me tranquilizan. ¿Qué consejos son esos?”
Doctor Arnold: – “Sé que eres muy joven, así que, probablemente, no querrás entenderme. De todos modos, allá voy. Huye de la gente tóxica, pues no aporta ningún bien; no te dejes influenciar fácilmente por los demás, puede ser peligroso. Antes de empezar a conocer a un hombre, asegúrate que es el que siempre has soñado.”
Samantha: – “¿Por qué me dices todo esto?”
Doctor Arnold: – “Para que seas más feliz. Acabamos de recibir una información de la policía, en la cual se detalla que Mario es un tipo bastante peligroso”.
Samantha: – “¿Por qué?”
Doctor Arnold: – “No sé si soy la persona más indicada para contarte estas cosas. No obstante, haré una excepción. Escúchame, Mario estuvo internado en un reformatorio, tiene un tipo de trastorno impulsivo. Cuando tenía quince años golpeaba a sus hermanas y a su madre, sin piedad. Por lo tanto, debes sentirte afortunada. Desgraciadamente, otras mujeres no han podido contarlo a día de hoy…
Samantha: – “Yo estuve enamorada de él durante mucho tiempo. En cambio, en los últimos meses, la relación estaba bastante tensa. De hecho, trataba de buscar una respuesta a nuestra relación, la cual era incapaz de encontrar.”
Doctor Arnold: – “Tú misma, ya sabes qué debes hacer. Toca descansar y volver a rehacer tu vida de nuevo. No olvides que todas las heridas pueden cicatrizarse, nada es para siempre”.
0 comments