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Reportajes y artículos

“Nueva Acrópolis” : ¿secta u organización cultural?

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Nueva Acrópolis, fue fundada a finales de los años cincuenta en Argentina por Jorge Ángel Livraga. En España desembarcaron en 1972, y hoy en día disponen de sede en más de veinte ciudades. En su página web se definen de la siguiente manera: “Nueva Acrópolis propone un ideal de valores permanentes para contribuir a la evolución individual y colectiva, a través de sus líneas de acción en Filosofía, Cultura y Voluntariado”. Toda un declaración de intenciones, ¿pero es realmente así?

Nueva Acrópolis

El castillo de Santiuste

El castillo de la Riba de Santiuste está ubicado en Guadalajara y data del siglo IX. En los años setenta, al pasar a pública subasta, lo compró Enrique Calle. Como el castillo se encontraba prácticamente en ruinas, Calle decidió hacer un trueque con la organización Nueva Acrópolis cuando mostró interés por el emplazamiento. El propietario decidió permitirles habitar el castillo a cambio de que lo fuesen reconstruyendo poco a poco. Dicho y hecho. Los miembros de Nueva Acrópolis no tardaron en instalarse allí. Era el lugar perfecto, aislado de miradas demasiado curiosas, e ideal para efectuar sus actividades paramilitares.

Para atraer a la gente, la organización impartía conferencias, cursos y talleres. La mayoría de temática filosófica, esotérica y paranormal. Como dichas actividades solían ser gratuitas, los asistentes se sentían en la necesidad de pagarles de alguna manera los conocimientos que estaban recibiendo. Y la mejor manera que se les ocurrió a todos es realizar voluntariado y ayudar en las reformas del castillo.

La persona encargada de organizar todas las actividades allí era un hombre llamado Antonio Chao. Según cuenta el periodista e investigador Ángel Arroyo en su libro «Prodigios y misterios de la provincia de Guadalajara», Chao era un curioso personaje que disponía de licencia de armas y una pequeña pistola. Esto hizo que llamase la atención del fundador de la secta y decidiese convertirlo en su guardaespaldas. Chao, también se encargaba de organizar el entrenamiento paramilitar de todos los miembros. Les enseñaban a defenderse y atacar, tanto a adultos como a menores, utilizando armas como espadas, escudos y pistolas bastante antiguas. Curioso para una organización que, según decían, solo deseaba dedicarse a la divulgación y el voluntariado.

Castillo de Riba de Santiuste, en Guadalajara.
Castillo de Riba de Santiuste, en Guadalajara.

La investigación del periodista Pepe Rodríguez

A mediados de los ochenta, el periodista de la revista Tiempo Pepe Rodríguez decidió infiltrarse en la organización para descubrir lo que sucedía en el Castillo de Riba. Acudió a los cursos como un adepto más, y una vez allí, comprobó en primera persona lo que en realidad se cocía en aquel lugar. La organización parecía estar montada de la misma manera que cualquier secta peligrosa. A la cabeza se encontraba el fundador, Livraga, que se consideraba a sí mismo la reencarnación de Anubis, y por debajo de la cúpula estaban los subordinados. Estos últimos cumplían todas las órdenes de arriba y además se dejaban el alma intentando atraer al mayor número de personas posibles. En el escalón más bajo estaban los adeptos, quienes hacían los trabajos más cotidianos y pesados para la organización.

Rodríguez se dio cuenta de que la verdadera ideología de la organización era filonazi. Los uniformes que llevaban algunos de los integrantes asemejaban mucho a los del III Reich, y en ocasiones les veía hacer el saludo fascista. Además, poseían estandartes con la imagen del águila con las alas extendidas como los nazis. Estaban claras las intenciones de esta organización supuestamente cultural. El periodista también descubrió todas las armas que guardaban en el castillo. No lo pensó más, tras su investigación decidió escribir un esclarecedor reportaje, con imágenes incluidas, de cuanto pudo descubrir en Guadalajara.

Nueva Acrópolis
Carteles actuales de cursos impartidos por Nueva Acrópolis.

Cuando Pepe Rodríguez publicó lo que había averiguado, recibió presuntas amenazas por parte de la organización, las cuales no amedrentaron al periodista. El periodista los denunció, y finalmente la policía entró en el castillo con una orden de registro. En 1988, la justicia española sentó en el banquillo a Livraga. Fue el primer juicio a un líder supuestamente sectario que se celebró en nuestro país. Aunque realmente, tanto a él como a Antonio Chao se les acusó de tenencia ilícita de armas. Fueron condenados.

Adiós al castillo…

Tras el escándalo suscitado por los artículos de Rodríguez y el juicio al fundador, la secta se fue desinflando en España. Finalmente abandonaron en 1987 el castillo de Riba, el cual se mantiene abandonado a día de hoy. Nadie lo restaura ni lo protege, ¡un castillo del siglo IX! Así que es pasto de botellones, fiestas y ceremonias extrañas de personas con la cabeza un tanto fuera de sitio. Livraga, falleció en los años noventa, pero Nueva Acrópolis no murió con él. Hoy en día, como comentábamos al inicio del artículo, continua activa con sedes en varios países del mundo. Se estima que en España posee unos mil seguidores.

Desconocemos cual es la verdadera naturaleza de las actividades que realizan hoy en día, lo que sí sabemos es que siguen cubriéndose con el manto de la filosofía, la divulgación cultural y el voluntariado. En su web, existe un apartado especial para Livraga. Sus libros se siguen vendiendo como si fuesen la adquisición más maravillosa que pudiéramos poseer. Estamos hablando de un hombre que creía en una raza superior y que pretendía que aquellos que naciesen con algún tipo de tara fuesen abandonados a su suerte. Estamos hablando de un hombre que se consideraba Anubis, un dios egipcio.

Testimonios de ex-miembros de Nueva Acrópolis

El año pasado, antiguos miembros de la organización decidieron hablar para el periódico “El Español”. Relataron rituales iniciáticos que ponían los pelos de punta. En un principio, son captados con mucha amabilidad, amor y sonrisas. Tras un tiempo, parece ser que les piden pasar por ciertas pruebas para conocer cuales son sus límites emocionales y físicos, además de averiguar el nivel de obediencia a la organización.

Relatan que, presuntamente, les piden entrar en pleno invierno en un río helado, abofetear a un compañero o aguantar agresiones, estar durante horas sentado en el césped de un solitario bosque hasta que ellos quieran… No parece que las cosas hayan cambiado tanto desde aquellos lejanos años setenta. Lo incomprensible es que una organización con tantas luces rojas y banderas de alarma continúe campando por España a sus anchas. Sin ningún tipo de control o investigación dado sus antecedentes.

Ellos siguen asegurando que son una simple organización cultural, sin ánimo de lucro, y con el deseo de ayudar a quien lo necesite. Sin embargo, sus ex-miembros relatan cosas muy diferentes. Nosotros, desde aquí, os aconsejamos mucha precaución ante este tipo de organizaciones y que os informéis muy bien antes de entrar en ellas. Vuestro bienestar y seguridad va en ello.

Nueva Acrópolis

Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.

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