Más fotos divertidas del viejo Hollywood

Desde que se crearon las máquinas fotográficas, el ser humano ha sentido la irresistible tentación de hacer poses ridículas y poner cara de tonto. Lo llevamos en el ADN. En cuanto vemos un objetivo, o ponemos morritos o hacemos el orangután. Las estrellas de Hollywood no son una excepción. Te lo vamos a demostrar en este artículo con algunas fotos, digamos, un tanto peculiares del viejo Hollywood.

Sí, es ella…

Parece mentira que el maravilloso rostro de Liz se pueda transformar, de manera tan horripilante, con solo sacar los dientes más de lo necesario. Aburrida mientras la peinaban antes de empezar a rodar, la Taylor no dudó en dejarse fotografiar de esta guisa. Dientes, dientes, que es lo que les jo…

Parece que está…

Sean Connery, poniendo cara de…¿de qué? Por un lado, solo le falta la boina, y por el otro, parece que trata de aguantar la tormenta que se ha desatado en su intestino. ¿Vosotros qué pensáis? Por cierto, Sean es uno de esos actores que me comenzó a parecer irresistiblemente sexi cuando destapó su calva y cumplió más allá de cincuenta…

Audrey, ¿tú también?

Sí, ella tampoco pudo resistirse a poner cara de pepona en cuanto tuvo ocasión. Aunque su rostro no pierde demasiada belleza. Creo que es una de esas personas que jamás podría salir mal en una foto por mucho que lo intentara. Su elegante esbeltez fue amada por los grandes diseñadores de la época, todos deseaban que luciese sus modelos. Aunque en realidad, a ella le hubiese gustado tener algunos kilos más. La horrible desnutrición que sufrió durante la guerra provocó que años después tuviese problemas con la comida, y de ahí su extrema delgadez.

James Dean, poniendo caras raras un tanto desganado

El rebelde sin causa más famoso del mundo quiso ser divertido pero se quedó en el camino. Es un quiero y no puedo, o más bien, un puedo pero no me da la gana. Era un tipo peculiar el bueno de James. Realmente, los personajes que interpretó no estaban muy distantes de su verdadera personalidad. Siempre Atormentado, fue un hombre lleno de demonios internos que no le dejaron disfrutar ni un segundo de su mejor época profesional.

Peinetas para todos

No sé en quien estaban pensando Barbara Stanwyck y Clark Gable cuando hicieron esta peineta maravillosa, pero sin duda les salió del alma. Estaban rodando “Indianápolis” (1950, Brown), cuando les tomaron la famosa foto. En realidad está cortada. A la derecha de Barbara debería aparecer Lew Smith, un doble de la época, y a la izquierda de Clark estaba Bill Hickman. Bill era conductor profesional, y se encargaba de realizar la mayor parte de las secuencias de persecución de coches de la época dorada de Hollywood.