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Psicológica_Mente

¿Te sientes acosado dentro de tu familia?

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Lamentablemente, se tiende a creer que cuando dentro de un clan familiar todos los miembros van a una en contra de alguno de ellos, la mayoría tiene la razón. Se suele escuchar la típica frase de: “¿es que todos van a ser malos menos él o ella?” Pues sí, puede darse que todos sean malos menos la persona metafóricamente defenestrada. En muchas ocasiones, la mayoría no tiene razón.

Con el tema de Rocío Carrasco, se volvió a hablar de los conflictos que pueden suceder dentro de las familias. No vamos a hablar en concreto de este caso porque ni nos ocupa ni nos preocupa. Lo que sí nos importa, es el argumento con el que algunos ponen en duda a Rocío. ¿Es que van a ser todos malos y ella la única buena?. Dejadme deciros, de nuevo, que la mayoría no siempre tiene razón.

No niego que, en muchas ocasiones, la actitud negativa y tóxica de una persona puede hacer que su entorno más cercano se aleje. Sin embargo, también puede ocurrir que la mayoría de los miembros de una familia centren sus odios y recelos en una sola persona por pura inercia o comodidad. En realidad, es fácil para el ser humano descargar toda la ira y frustración en un individuo. Tener un puching ball cada día a nuestra disposición es la mar de relajante.

En la mayoría de las familias, uno de los miembros suele tener más peso que el resto. Uno que domina al grupo familiar y lo maneja como Geppetto a Pinocho. Lo hace con sutilidad, sin que apenas se den cuenta. No es raro que surja un grupo disidente que no esté de acuerdo con el autoproclamado líder de la tribu y decida plantarle cara. Quien dice un grupo, dice una sola persona. Inmediatamente, se convertirá en el objetivo a batir. El gran manipulador familiar no puede consentir voces discordantes.

Posiblemente, el líder manipulador haya tardado años en alcanzar su posición de poder. Obviamente, no está dispuesto a perderla, y luchará por conservar su estatus así tenga que robar o mentir como Escarlata O´Hara. Os contaré una pequeña historia a modo de ejemplo.

Gabriel, tenía 28 años cuando cometió el error de confiar en unos de sus hermanos. Era el pequeño. Un muchacho sensible, inteligente pero con una inseguridad casi patológica. No se dejaba engañar por cualquiera, aunque no podía evitar buscar desesperadamente la aprobación de aquellos a los que amaba. Gabriel quería mucho a su hermano Lorenzo, a pesar de ser conocedor de su carácter interesado y del juego sucio que empleaba en los negocios.

Un día, Lorenzo pidió a Gabriel que fuese el titular de una nueva empresa que quería poner en marcha. A Gabriel no le gustó nada la petición desde el principio. El hecho de que se lo pidiese a él, con quien no le unía una especial complicidad, y no se lo hubiera pedido ni a su esposa ni al extenso grupo de amigos que tenía, le escamaba.

Al ver Lorenzo la reticencia de su hermano pequeño, involucró a toda la familia para que le presionaran a aceptar su propuesta. Entre todos consiguieron que Gabriel se sintiese como un malvado si no accedía a la petición de Lorenzo. Finalmente, lo hizo. En cuanto Gabriel salió de la gestoría tras firmar como titular de la empresa, rompió a llorar como un niño desamparado. Tenía claro que había hecho algo que no quería ni debía.

Su instinto no le engañó. Aquel favor se le volvió en su contra, tanto, que cuando quiso desvincularse de la empresa al darse cuenta de las triquiñuelas de su hermano, tuvo que hacerlo mediante abogados. Al final, lo consiguió. Pero significó el fin de las buenas relaciones de Gabriel con su familia. Todos apoyaron a Lorenzo y creyeron sus mentiras sobre Gabriel. Dieron de lado al hermano pequeño, le condenaron al ostracismo y aquella familia acabó completamente destruida.

Como este caso hay miles. Personas que son defenestradas porque un solo miembro de la familia así lo deseó y no paró de instigar hasta lograrlo.. Y claro, viendo cómo se las gastan los manipuladores familiares, todos prefieren ponerse de perfil y no llamar la atención del gran Kahuna.

¿Y vosotros? ¿Habéis sido acosados en vuestra propia familia? ¿O quizás sois el gran Kahuna? Desahógate y cuéntanos tu caso.

Acoso familia

Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.

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