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¿Sabrías identificar a un psicópata?

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Últimamente, al menos a mí me lo parece, se está usando la palabra psicópata de manera banal y haciendo gala de un gran desconocimiento. Se tiende a pensar que todos los psicópatas circulan por las calles con cuchillo en mano y ojos sanguinolentos en busca de víctimas. Nada más lejano de la realidad. Los psicópatas pueden convertirse en asesinos, pero no todos siente el deseo de matar.

La mayoría de los psicópatas están integrados en la sociedad, a la vista de todos. Seguramente, la mayoría de vosotros habrá conocido a varios a los largo de la vida sin saberlo. No es fácil identificarlos, sin embargo, si uno se informa debidamente y observa con atención, puede ser capaz de hacerlo.

Stefany Estévez, es psicóloga sanitaria en Barcelona. Hemos decido contactar con ella para que nos aclare qué es exactamente la psicopatía y nos enseñe algunos tips para saber cómo identificarlos… o al menos intentarlo.

Psicópata

Charla sobre psicopatía con nuestra psicóloga de cabecera

¿La psicopatía es una enfermedad, un trastorno o un rasgo del carácter?

La psicopatía forma parte del Trastorno de Personalidad Antisocial. De forma muy resumida, se caracteriza por un patrón constante de irresponsabilidad a nivel social y afectivo, indiferencia por los derechos de los demás y falta de empatía y de remordimiento por sus acciones. Las cuales, acostumbran a estar encaminadas a conseguir sus objetivos sin importar cuantos derechos y normas sociales deban violentar. No está considerada una enfermedad mental ni tampoco es un rasgo de carácter. 

¿Un psicópata es incapaz de sentir alegría o pena por los demás?

Normalmente, los psicópatas experimentan emociones con una intensidad más baja que otras personas. Pueden sentir alegría, pero difícilmente se alegrarán por los éxitos ajenos. Primero porque no suelen importarles los sentimientos de los demás, y segundo porque acostumbran a ser personas competitivas.

Sobre la pena, en general a los psicópatas les cuesta experimentar y reconocer la tristeza -así como el miedo- en sí mismo. Son emociones que no acostumbran a estar presentes en su repertorio. Por tanto, en situaciones donde una persona no psicópata experimentaría compasión, ellos no llegan a entender por qué el otro se siente de esa manera. Primero porque para ellos la tristeza es una emoción poco conocida debido a sus dificultades para experimentarla, y segundo por su falta de empatía.

Eso sí, en general su empatía cognitiva sí funciona correctamente, es decir, ellos pueden imitar emociones ajenas aunque no las entiendan o no las comportan. Si han aprendido que cuando alguien llora se considera de buen gusto mostrar compasión y han visto a otras personas hacerlo, es posible que finjan compadecerse para ocultar sus carencias. 

Los rasgos más comunes de la psicopatía

¿Es posible aprender a identificar a los psicópatas?

Sí, aunque habría que conocer bien las características de estas personas para empezar a sospechar. Siempre digo que solo los profesionales de la salud mental pueden diagnosticar tanto este trastorno como cualquier otro, pero creo que siempre es positivo dar a conocer los rasgos o la sintomatología de cualquier tipo de problema mental. También me gustaría matizar que existen características comunes en los psicópatas, pero que luego cada persona es distinta, así que habrá algunas que variarán dependiendo del individuo en cuestión. Pero vamos, generalmente esos rasgos se podrían resumir de la siguiente manera:

  • Los psicópatas son emocionalmente muy fríos. 
  • Tienden a vulnerar los derechos de los demás y no muestran arrepentimiento por eso. 
  • Puede dar la impresión de que no disciernen entre lo que es correcto y lo que es incorrecto socialmente. Sin embargo, sí conocen las normas sociales, solo que las desprecian. 
  • Cuando sí parecen arrepentirse por sus actos no demuestran expresividad o esta es muy baja, ya que están fingiendo. 
  • De la misma manera, aunque pueden imitar la compasión o la ternura, si nos fijamos con atención mientras lo hacen posiblemente notaremos que su actuación es falsa e impostada. Como son emociones que no han sentido nunca, les costará más simularlas. 
  • Sus intereses están relacionados solo con su propio bien, no acostumbran a preocuparse por la felicidad o el bienestar ajenos. Si en algún momento tienen que cuidar de alguien (por ejemplo, de sus hijos) no tendrán en cuenta los deseos o necesidades de la persona involucrada, incluso intuyendo que eso las hará infelices, y priorizarán lo que ellos consideren que es mejor
  • Son personas con muy poca autocrítica y que no acostumbran a responsabilizarse a sí mismos de sus propios errores. 
  • Suelen mentir sin ningún tipo de reparo y de manera recurrente. 
  • Acostumbran a manipular a los demás y a aprovecharse de ellos para lograr sus metas. 
  • Suelen traicionar la confianza de sus relaciones cercanas (familia, amigos, pareja) cuando estos dejan de serles útiles para sus objetivos o incluso antes. No son leales ni fieles. 
  • Intentan tener el control de lo que ocurre a su alrededor, tanto en su propia vida como en la de las personas que los rodean. 
  • Suelen ser irresponsables e impulsivos. No acostumbran a prever las consecuencias de sus acciones ni a planificarlas a largo plazo.
  • Acostumbran a tener relaciones sexuales y afectivas cortas, superficiales y problemáticas. 
  • De niños, es posible que causen daño a animales por mera diversión. 
  • Ponen en riesgo la seguridad de los demás con plena consciencia de ello. 
  • Pueden cometer delitos menores (robos en tiendas, por ejemplo) sin aceptar que han obrado mal. En ocasiones también realizarán infracciones más graves, como maltrato físico/psicológico o violencia sexual y tampoco tendrán remordimientos por ello. 

Eso sí, debemos tener en cuenta que el hecho de que una persona cumpla algún rasgo puntual de esta lista no significa que sea psicópata. Por ejemplo, un individuo puede odiar mucho a otro, hacerle daño y luego no mostrar arrepentimiento, pero si en general no suele comportarse así, muy probablemente no padece psicopatía. También hay personas que en circunstancias en las que están sufriendo mucho son crueles con las demás y, aunque eso no se justifica a nivel moral, no implica que sean psicópatas. Para comenzar a sospechar, se deberían cumplir varios rasgos de la lista, no solo uno o dos, y esos rasgos tienen que estar presentes de manera continua y no puntual. 

¿Ellos sufren por su manera de ser?

No, normalmente no. Pueden sufrir por las consecuencias de sus actos si, por ejemplo, cometen un delito y los encarcelan, pero no por la infracción en sí. Al no tener el sentido de responsabilidad social que tenemos la mayoría de personas y al presentar dificultades para ponerse en la piel de los demás, el remordimiento para ellos es inexistente, así que al no arrepentirse de lo que hacen no acostumbran a sufrir por sus propios actos ni por su manera de ser. 

Además, hay que tener en cuenta que ser psicópatas les proporciona ciertos beneficios: la empatía, la compasión, el cariño, el sentido de justicia… sirven para que podamos establecer relaciones sanas y para que seamos capaces de convivir como especie sin destrozarnos o aniquilarnos entre nosotros, pero su ausencia facilita llegar a puestos de poder y lograr sus objetivos.

Si estás dispuesto a pasar por encima de lo que sea con tal de ser exitoso, es más probable que lo consigas. El problema es cuantos cadáveres emocionales dejarás por el camino, a cuanta gente te llevarás por delante. Pero eso para un psicópata no supone el más mínimo contratiempo, así que ¿por qué debería sufrir o querer cambiar? Desde su óptica todo son ventajas, o casi todo. 

5- ¿La psicopatía tiene tratamiento? ¿Un psicópata puede dejar de serlo si se lo propone?

La psicopatía no se cura, así que los psicópatas no dejan de serlo mientras vivan. También sería raro que se lo propusieran, ya que como decía antes, no acostumbran a ver su psicopatía como un problema, más bien al contrario. Además, suelen sentirse superiores al resto de individuos, por lo que poder empatizar con emociones ajenas, sentir afecto, tristeza, miedo… con normalidad probablemente sería visto como una debilidad para un psicópata. 

Sin embargo, sí existen terapias para tratar la psicopatía. Generalmente se utiliza la terapia conductual y se usan refuerzos positivos para premiar las conductas socialmente aceptadas. También en ocasiones se puede aplicar la terapia familiar para trabajar sus relaciones, o la terapia ambiental, que se ocupa de los efectos que tiene el ambiente sobre la conducta de las personas.

De todas formas, es complicado porque se necesita la cooperación del paciente y ellos no suelen estar por la labor. Por otro lado, existe tratamiento farmacológico. Todo esto puede mejorar algunos rasgos de la psicopatía, pero no la elimina. El objetivo sería que el paciente se integre en la sociedad y tenga un comportamiento tan adaptativo como sea posible. Se puede evitar en cierta forma que acaben provocando daños muy graves, pero no que cambien su naturaleza. 

Stefany Estévez, psicóloga sanitaria.
Stefany Estévez, psicóloga sanitaria.

Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.

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