El sabor de la segunda temporada de “The Bear”

Solo un año después de su primera temporada, ha vuelto The Bear a Disney+ con una segunda entrega para enmarcar que, cumpliendo con todos los pronósticos (la temporada 1 ha sido nominada a 13 Premios Emmy), ha sido todo un éxito.

La historia de la primera temporada nos introdujo en la vida de un joven chef italoamericano llamado Carmen “Carmy” Berzatto que abandona el mundo de la alta cocina para volver a Chicago a regentar el restaurante de su hermano fallecido. El creador de la serie, Christopher Storer, afirmó antes del estreno de esta segunda temporada que lo que vimos el año pasado fue solo un prólogo.

Storer (que ejerce de creador, guionista y director de la serie) comenzó dirigiendo videoclips, experiencia que puede rastrearse a la perfección dentro de la serie, pues si los episodios destacan por algo en especial, es por su ritmo. Se nos presenta el mundo de la restauración tal y como nos tienen acostumbrados los programas de TV sobre cocina: frenético, estresante y repleto de chefs con un grave complejo de superioridad moral que se la pasan gritando. A pesar de todo, la factura de los episodios es magnífica y nos hacen disfrutar con píldoras cortitas e  intensas de imágenes montadas con maestría y una banda sonora perfectamente escogida.

Jeremy Allen White es el actor encargado de dar vida al protagonista. Los que seguimos su trabajo en Shameless ya nos enamorados de él allá por 2011. En The Bear hace un papel inmenso en todo momento con una intensidad impresionante, pero el resto del elenco (desde Ayo Edebiri hasta Ebon Moss-Bachrach) no se queda atrás en ningún momento..

Esta segunda temporada, además de crecer en personajes y en episodios (pasa de ocho a diez), lo hace argumentalmente, como serie. Cambiamos los sándwiches por la alta cocina y el ritmo infernal de la primera por el ritmo infernal con pausas de la segunda. Son precisamente estas pausas las que le permiten a la serie desarrollarse en su dicotomía más relevante: el continuo juego entre drama y comedia así como entre acción extenuante y momentos de reflexión.

No es una temporada tan revolucionada como la primera, sino mucho más autoconsciente y organizada que ha detectado sus puntos fuertes y ha sabido explotarlos al máximo. Con mención especial al capítulo sexto, que brilla sobre los demás y los dobla en duración, The Bear se ha posicionado como una de las series más importantes de los últimos años. Amantes de la cocina, de Jeremy Allen White o, simplemente, del buen cine, no se la pierdan, es deliciosa.