
Psicológica_Mente
¿Eres una persona borde?
La palabra borde viene del latín, concretamente de burdus. La utilizaban para referirse a los hijos bastardos o a las plantas que nacían sin que nadie las hubiera cultivado. Vamos, que te están insultando malamente cuando dicen de ti que eres un borde. Sin embargo, algunas personas llevan con orgullo ser bordes porque lo consideran típico de una personalidad fuerte y sincera. Yo estoy totalmente en desacuerdo. Ser borde es signo de ser maleducado y característico de individuos con poca empatía.
El hecho de que la “bordería” sea considerada como algo positivo, radica en la desgracia de tener una sociedad en la que ser bondadoso y noble significa ser tonto e incluso débil. Una percepción absurda la mires por donde la mires. Un ser humano bueno, es un gran tesoro que la humanidad debe cuidar como oro en paño. Quizás no son los que más triunfen económicamente , pero sí son los que mantienen la esperanza de que el bien puede vencer al mal. Una persona amable, honesta y buena es una rara avis a la que hay que proteger.
Los bordes proliferan a cada esquina. Das una patada a un bote, y aparecen 20 bordes odiándote con la mirada. Salen de casa amargados, con la única pretensión de hacer sentir mal a cuantos se encuentren en su camino. Son infelices en sus vidas, y no dudan en compartir ese malestar.
Según mi punto de vista, la “bordería” comenzó a tener buena prensa en el momento en el que se dio luz verde a los realities en las televisiones y la sociedad los aceptó plenamente. Los perfiles de aquellos que eran más bordes, mal hablados y agresivos, solían ser los más alabados por los programas de televisión. Se les consideraba auténticos y con mucha personalidad. Lamentablemente, la sociedad es igual que un niño pequeño: absorbe cuán esponja todos las directrices que, tanto los medios de comunicación como los políticos, marcan.
Para convertirte en un personaje de éxito y que las televisiones se peleen por ti, es necesario ser un cavernícola con aspecto de modelo. Muchos llegaron a la conclusión que ser así era lo más adecuado para formar parte de la élite y ser considerados como gente de carácter. De ahí que surjan frases como: “A mí me dan tortas porque siempre digo la verdad”, “Soy muy sincero y no tengo filtros” , “Soy así y si no te gusta lo siento”, “Soy borde porque tengo un carácter muy fuerte”. Francamente, lamentable.
Creo que las redes sociales también han ayudado a que la “bordería” continúe siendo un rasgo positivo. Cuanto más bestia seas en tus comentarios, más repercusión tendrán. Lo cual se traduce en popularidad, más seguidores, halagadores…
Los bordes ocasionales
Otra cosa muy distinta son aquellas personas que responden “borderías” cuando se sienten atacadas o cuestionadas. En esas circunstancias todos hemos podido responder de manera desagradable, bien porque realmente esa persona lo merecía o porque estamos viviendo un periodo de mucho estrés. Lo más normal es que terminemos dándonos cuenta de que nos estamos equivocando y terminemos retirando el pie del acelerador. Los bordes ocasionales son razonables, se puede hablar con ellos, y tarde o temprano, terminan reconociendo su error. Los otros borde, los que están orgullosos de ello, son demasiado hedonistas para pensar en el daño que provocan de sus acciones.
Y tú que me estás leyendo, ¿con qué tipo de borde te identificas y por qué?

Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.
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