
Soy leyenda...
Ángeles en América
La televisión se inventó para entretener. Cualquier planteamiento a partir de este resulta válido. Eso sí: cada cual recibirá el entretenimiento que merezca. Hay quienes son felices con los reality shows, cuya esencia parece ser sacar la mezquindad de donde la haya. Hay quienes caen rendidos ante el chisme ocasional y quienes logran evadirse de este mundo inflacionario con el último capítulo de la telenovela. Todo bien. Es una especie de unidad y lucha de contrarios, cuando no mera subordinación del intelecto. Pero está bien, porque en este mundo hay no solo libertad para expresarse, sino para elegir.

ÁNGELES QUE LLORAN
Lo raro, al menos en esta orilla del océano Atlántico, sobreviene cuando la televisión intenta ponernos a prueba. Cuando deja de lado aquello de que la masa es un buey sin cabeza y lanza una serie como Ángeles en América. Una miniserie, para ser precisos, un remake para la pantalla chica de la pieza teatral Ángeles en América: Una fantasía gay sobre temas nacionales, de Tony Kushner, que a partir de 1991 estremeció los escenarios de Europa y los Estados Unidos con su propuesta.
La versión para televisión fue escrita también por Kushner. A mediados de la década de 1980 los Estados Unidos han sido invadidos por el SIDA, el comunismo se pulveriza en Europa del Este y Dios ha abandonado el cielo. Sin Dios no hay orden ni esperanza; la luz no es luz ni la vida es vida. En ese contexto literalmente fantasmagórico un joven le confiesa a su amante que es “seropositivo”, ese eufemismo con que se trataba de evitar la mención intempestiva de la peor de las muertes. A partir de ese instante seremos testigos ―partícipes casi― del apocalipsis.

ÁNGELES: EL ELENCO
La miniserie ―en la versión más difundida consta de 5 capítulos― fue estrenada en el canal por suscripción HBO en 2003. Fue la más vista ese propio año y conquistó el Globo de Oro y el premio Emmy por mejor trabajo en su categoría. A la excelencia del guion es indispensable agregar el desempeño de su elenco: Meryl Streep con cuatro papeles; Emma Thompson con tres; Jeffrey Wright con dos y Al Pacino con uno que vale por una decena. Ángeles en América es una metáfora sobre la desesperanza, construida en un tono entre melancólico y apocalíptico.

Ambientes oníricos, una increíble articulación de la tragedia y la política, la aparición de la ironía en las escenas más crudas, no para “suavizar” la miseria humana, sino para acentuarla, son algunos puntos a favor de Ángeles en América. Y el retrato de una sociedad que no puede vivir sin política y que en buena medida quiere volver la vista cuando sobreviene el peligro. Esto es lo que hay, parecen decir sus creadores, y si no te gusta una simple dosis de verdad, cambia el canal.
En algunas plataformas es posible todavía encontrar la simpar Ángeles en América. Aproveche.
Narrador, poeta, periodista, editor, lector, amante del cine y de la fotografía (que no es lo mismo, pero es igual). Dos patrias tengo yo: Cuba y la noche.
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