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Soy leyenda...

El Drácula con acento cordobés

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Carlos Villarias, nació en Córdoba en 1892. Su padre era general del ejército, así que eso de ser actor no estaba demasiado bien visto dentro de la familia. Se convirtió en un brillante abogado, pero no podía evitar sentirse atraído por el mundo de la farándula. No lo dudó más. Colgó la toga y comenzó a trabajar en compañías de zarzuela. Después de un tiempo actuando en espectáculos de medio pelo, decide marcharse a París a probar fortuna. Y efectivamente la encuentra. Carlos se convierte en un actor y cantante de éxito. Pronto marcha a Italia, donde también consigue el amor del público.

Tras estallar la I Guerra Mundial, Villarias decide viajar a los Estados Unidos. Carlos domina el inglés, y sabe que será una gran ventaja para él a la hora de buscar trabajo. El director teatral Lou Tellegenen se fija muy pronto en él y decide ofrecerle un puesto en su compañía. Con el tiempo, el propio Carlos Villar se convertirá uno de los fundadores del Teatro Español de Nueva York.

A principio de los años veinte, Carlos se planta en California para hacerse un hueco en el jovencísimo séptimo arte. El actor español se siente imparable, y en 1930 la Fox le ofrece un contrato. Comenzará a rodar la versión en español de multitud de películas importantes de la época. Realizar la versión hispana a la vez que la hollywoodiense, era algo muy normal. De esta manera se aprovechaban los mismo decorados para ambos filmes y ahorraban miles de dólares.

Drácula
Lugosi interpretando a Drácula.

El Drácula español

George Melford, fue el encargado de dirigir la versión española. Se decidió que Carlos Villarias era el más adecuado para interpretar al vampiro y fue cedido a la Universal. La encargada de hacer de Mina, que en esta versión se llamaría Eva, fue la actriz mexicana Lupita Tovar. En la versión hispana se tomaron algunas licencias con el vestuario. Realizaron algunos cambios para que los trajes de las actrices fueran más eróticos. Parece ser que entonces a los espectadores de habla hispana les gustaba ver mucha chicha, al contrario que el público inglés, que era más conservador.

Según contó Toni Caravaca en un artículo del año 2013 escrito para El Mundo, Bela Lugosi estaba encantado con la elección de Villarias, ya que lo consideraba un actor muy elegante y perfecto para encarnar a Drácula. Desde hacía tiempo, Lugosi seguía el trabajo del español. De todo el elenco que trabajaba en la versión española de Drácula, Villarias fue el único al que se permitió asistir al rodaje de la versión original. La productora exigía que la interpretación del español fuese lo más parecida a la de Lugosi.

Drácula

El actor español no defraudó. Se convirtió en un calco de los gestos de Lugosi. Su interpretación, tal y como se la exigieron, fue perfecta. Muchos, incluso consideran que es superior a la del húngaro. Yo no he podido ver la versión hispana entera, solo algunas secuencias, y francamente, no me gusta nada la interpretación de Villarias. No deja de parecerme un trabajo de imitación más que de interpretación. Eso no quiere decir que dude de la calidad artísticamente de nuestro actor, simplemente él se limitó a hacer lo que le pidieron.

La versión española se rodó en veintidós noches. Con un presupuesto mucho menor que la original, y sin embargo, con media hora más de metraje. Los que han visto el film, aseguran que los movimientos de cámara y la atmósfera conseguida es superior a la de Lugosi. Espero algún día conseguir verla para exponer aquí mi sincera opinión.

La película, se estrenó en España un 7 de noviembre de 1931. La ciudad elegida fue Córdoba, en el Teatro Duque de Rivas. Tuvo un gran éxito, y Carlos fue aclamado tanto por el público como por la crítica. De hecho, tiempo después interpretó al famoso vampiro por los teatros americanos realizando más de trescientas representaciones. Afortunadamente, al actor español no le sucedió como a Lugosi. Consiguió no ser encasillado en papeles siniestros y continuó con bastante éxito su carrera actoral tanto en el cine como en el teatro.

Durante un tiempo, se creyó perdida la versión española de “Drácula” hasta que en los años noventa se encontró una copia en La Habana. Afortunadamente, después se ha proyectado en España en diferentes festivales de cine. La última vez en el año 2010, en el Festival de Cine Europeo de Sevilla. El Teatro Lope de Vega se llenó, y algunas de las secuencias de la película fueron acompañadas por música en directo. Necesitamos que se recuerden más a los actores españoles pioneros que hicieron tanto por nuestra cultura… lamentablemente, vivimos en un país que posee una memoria muy frágil.

Drácula

Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.

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