1



Psicológica_Mente

El otro peligro de las operaciones estéticas

By  | 

Hoy en día, la mayoría de los complejos físicos se solucionan a golpe de talonario en los centros y clínicas de estética. El que tiene un alto poder adquisitivo entra y sale de allí como quien va al mercado. Los demás, ahorran como hormiguitas o piden créditos.

No solo hay que estar más delgado que un tallarín, también la sociedad exige que las tetas sean turgentes, la tableta de chocolate marcadísima y la cara más tersa que una pandereta. Evidentemente, no tengo intención de negar los beneficios de la cirugía y tratamientos estéticos. Sin duda, nos ayuda a mejorar nuestro aspecto, lo cual nos sube la autoestima y aporta seguridad. El problema surge cuando creemos que los cambios estéticos son la única solución a cualquier complejo que nos aceche. Los personajes famosos de la televisión y el cine, son un modelo a seguir por una multitud de personas que los admira y envidia a partes iguales. Muchos acuden al cirujano estético en busca de la nariz de Scarlett Johansson o el abdomen de Mario Casas. Personas en busca de belleza y éxito entre cortecito y cortecito de bisturí.

¿Qué es el trastorno dismórfico corporal?

Es un problema mental que afecta a la percepción que tenemos de nuestro físico. Si nuestra nariz es un poquito grande, el trastorno nos hará verla como a la de Pinocho. Si nuestros muslos son un tanto gorditos, el trastorno dismórfico los convertirá en los de un elefante. Esa visión distorsionada de nuestro cuerpo, nos puede llevar a tomar decisiones apresuradas e incluso erróneas. Haremos cuentas, visitaremos clínicas para saber diferentes presupuestos, y en cuanto nos cuadren querremos operarnos. Para muchos es la solución más rápida y fácil que les quitará el complejo de un plumazo. Están equivocados, porque tomar esta decisión lo único que hará es alimentar sus obsesiones. Seguramente, pasado un tiempo, su mente volverá a crear otro complejo que les hará sentir de nuevo ansiosos y angustiados. Es la pescadilla que se muerde la cola.

La historia de Tara Jayne McConachy

Tara, es una mujer australiana de 33 años que no puede parar de operarse. Su deseo es estar tan guapa como saldría en una foto editada. Ella es enfermera, pero consigue todo el dinero que necesita para operarse en Only Fans y participando en realities. Se considera que habrá gastado alrededor de 84.000 euros en operaciones y tratamientos. Podéis buscarla en Instagram y juzgar vosotros mismos el resultado.

Un día, decidió que no le gustaba su físico y comenzó a ahorrar para conseguir operarse de arriba a abajo. De hecho, ya no puede realizarse más operaciones en Australia porque los médicos se niegan, así que a partir de ahora se las realizará en el extranjero. Su pecho es tremendamente grande, y sus labios de un grosor extremo. Los médicos, según mi punto de vista, no pararon a tiempo el desastre. Todo el cuerpo de Tara es extraño y poco armónico. Incluso se ha cincelado el óvalo de la cara de forma puntiaguda y siniestra.

No sé cual es el protocolo de un cirujano estético cuando acude una persona a su consulta. ¿Le hace algún tipo de cuestionario para asegurarse de que su futuro paciente se encuentra psicológicamente preparado para afrontar dicha operación? ¿O mientras paguen todo va bien? La obsesión de Tara evita que sea consciente del maltrato al que se está sometiendo. Lo grave es que ninguno de los doctores que la ha operado se lo haya hecho notar mucho antes de destrozar su físico.

Antes de operarte, hazte estas preguntas…

En primer lugar, te aconsejaría que acudieses a un psicólogo para que te ayude a aceptarte como eres. Si eres una mujer sin apenas pecho, primero es importante que te quieras así y no odies tu cuerpo por ser como es. Si después te apetece hacer una operación, adelante. Pero decídelo desde la serenidad y no la desesperación. Bajo mi punto de vista, también es importante hacerse las siguientes preguntas:

  • ¿Quiero hacerme este retoque estético porque realmente creo que será beneficioso para mí o porque está de moda?
  • ¿Me opero porque llevo aguantando años que se rían de una parte de mi cuerpo?
  • ¿Mi pareja me ha presionado para operarme?
  • ¿La idea de envejecer me aterroriza?
  • ¿En los programas de televisión me hacen sentir una persona fracasada si no luzco perfecta siempre?
  • ¿Si no me opero, me odiaré y sentiré rechazo de mi imagen?

Creo que son preguntas necesarias antes de someterse a una invasión tan grande. Debes responder sinceramente para que puedas llegar a conclusiones acertadas. La sociedad siempre va a encontrar un motivo para hacerte sentir mal. Vivimos en una época donde las apariencias y espejismos tienen más peso que la verdad. Si eres gordo, querrán que adelgaces. Si eres curvilíneo, querrán que tengas músculos. Si cumples años, te exigirán que no se te note. En tu mano está vivir la vida para ti o para satisfacer los gustos de los demás.

El otro peligro de las operaciones estéticas

Susana Alba Montalbano - Escritora y articulista en psicologodecabecera.com. Amo el arte, los artistas y que me leas tú.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.